“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 18 de febrero de 2015

Los funcionarios y las almorranas

Si se repasan las listas que presentan los partidos a cualquier elección, ya sea de ayuntamiento,  comarca, provincia, autonomía o nación, encontraremos que todos los puestos con posibilidades de ser elegidos están ocupados por funcionarios. El PSOE de Teruel acaba de presentar su lista para el ayuntamiento y el primero es Morro, un funcionario a quien sigue una funcionaria, a quien sigue otro funcionario. No es que piense que los empleados públicos no deban presentarse a las elecciones, sino que los partidos, al igual que intentan recoger con sus listas cremallera la presencia igualitaria de mujeres y hombres, deberían reflejar la diversidad de empleos de la sociedad. No todos los empleados son funcionarios y sin embargo los políticos son funcionarios en un altísimo porcentaje. El motivo de este desequilibrio hay que buscarlo en lo “brutal” de nuestro mercado de trabajo. Un empleado de una empresa privada que se mete en política pierde su puesto de trabajo; a un funcionario se le reserva el puesto, se le respeta la antigüedad, los trienios y cualquier otro derecho. El funcionario que no es elegido o que deja la política siempre puede volver a su plaza de subdirector adjunto a la vicepresidencia de la subdelegación, mientras que el no-funcionario que deja la política se queda, en muchos casos, sin trabajo. Y si se trata de un miembro de un partido de izquierdas como IU u otros, las posibilidades de encontrar un trabajo en la empresa privada son nulas. El argumento que se suele utilizar de que el no ejercicio de ciertas profesiones durante un periodo prolongado de tiempo hace que se esté desfasado y que se sea menos productivo, debería ser igualmente válido para un médico, una profesora, un electricista o una programadora que ejercen en una empresa privada o en una pública. No se entiende que un censor como Arrufat después de tantos años dedicados a ocupar sillones políticos no sirviera para ser veterinario en una empresa privada pero sí estuviera capacitado para ocupar su plaza de veterinario funcionario en la Diputación. De todas maneras, me alegro de que el censor Arrufat sea veterinario y no médico del Polanco. Pobrecillo al que tuviera que operar de almorranas después tantos años dedicados a no se sabe qué en la política.

Evaristo Torres Olivas
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6 comentarios:

Anónimo dijo...

la propuesta de renovación de la dirección del psoe en Teruel y que están votando o no las agrupaciones locales es maite perez,guillen y arrufat

Anónimo dijo...

El politburó de siempre, a lo Brézhnev. ¡Avanti la gerontocracia!

Anónimo dijo...

Seguro que encastran a algún treintañero incauto en las listas para poder decir aquello tan viejo y manido de "una candidatura que aúna experiencia y renovación". Alguno a quien camelarán con la cosa esa de: "Hijo mío, todos estos votos que aquí ves algún día serán tuyos". !Qué descojone de partido! Si Pablo Iglesias (el de verdad) levantara la cabeza...

Anónimo dijo...

Aquí en Teruel tenemos un problema: que nos conocemos todos. Viendo la gente que va en la candidatura al Ayuntamiento de Teruel, tengo clara una cosa: sé a qué partido no votaré.

Anónimo dijo...

¡Qué plantel! Parece un desguace.

Anónimo dijo...

Después de leerlo dos veces se me escapa el "conceto" almorránico.
Y no se si pides que a los funcionarios se les quiten los derechos, o que se les aumente a los demás mortales.