A los militares y a los políticos les gustan mucho las frases
rimbombantes. En la mili los mandos nos decían que había que estar dispuesto a
derramar hasta la última gota de sangre por España. Y con mucha frecuencia se
cita la frase que pronunció el presidente John Kennedy: “No te preguntes qué
puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país”. Todo
muy bonito y que luce mucho en los discursos pero que muy pocos están
dispuestos a cumplir. Todo esto se lo cuento porque hace unos días, el Heraldo
publicaba un artículo con los políticos aragoneses que este año, año de muchas
elecciones, dejarán la política. Ahí
aparecen Belloch, Eva Almunia, Francisco Pina y unos cuantos más. Entre ellos,
dos turolenses (o mejor dicho, un turolense, José Ángel Biel y un leonés,
Javier Velasco), de los que voy a hablar en esta columna. Ambos comparten un
mismo récord: 32 años en política. Política de la buena, de la de cobrar. Y
luego se quejan de que los llamen casta. Biel ha sido diputado autonómico
durante ocho—sí, ocho—legislaturas. Vicepresidente del Gobierno aragonés con
Iglesias, presidente de las Cortes de Aragón con Rudi— a don José Ángel le da
lo mismo PP, PSOE o Juegos Reunidos Geyper, con tal de que a él le den algún
puesto de relumbrón y bien retribuido—. Javier Velasco abandonó hace décadas
su trabajo de profesor de FP agraria para engancharse al carro de la política
del que no se ha bajado hasta la jubilación. Ha sido alcalde de Teruel,
diputado nacional, diputado autonómico, ha ocupado tres consejerías,
vicepresidente de las Cortes. Lo que le echen, demostrando que en política
cualquiera sirve para cualquier cosa. El hombre no se enteraba de mucho, porque
durante el tiempo que fue consejero de Obras Públicas, su segundo y marido de
Eva Almunia, y un tal Becerril, estaban haciendo unos negocios con un tal
Agapito que no parece que fueran muy transparentes y cuidadosos con los dineros
públicos, según está investigando la justicia. Y es que a los socialistas se les disparan los precios de las obras, ya sean las naves de Plaza en Zaragoza o los tranvías en Parla.
No sé si Biel y Velasco hicieron la mili y si estarían dispuestos a derramar
hasta la última gota de sangre por España y por Teruel (en el caso de Velasco,
la mitad por Teruel y la otra media por
León).Pero de lo que sí estoy seguro es de que no han hecho prácticamente nada
por España y por Teruel y España y
Teruel han hecho mucho por ellos: les han permitido disfrutar de un buen sueldo
y de hacerse con un patrimonio considerable. No es de extrañar que otros, como
Vicente Guillén o Mayte Pérez hayan seguido sus pasos y aspiren a batir el
récord de 32 años para que España y Teruel hagan muchas cosas por ellos. Para vivir de la política.
Evaristo Torres Olivas
1 comentario:
Biel merece un monumento, una escultura, una estatua de su egregia figura y que la suban a un pedestal, al estilo de la de Pujol. Bien pensado las podrían hacer en serie, como los retratos de Franco, y colocarlas al lado de esos edificios multiusos, piscinas o merenderos que te encuentras a las afueras de cualquier pueblo del vasto territorio aragonés.
(Entre nosotros, lo que a él gustaría es que al aeropuerto de Teruel le pusiesen su nombre, "Aeropuerto Internacional José Ángel Biel", uuhhh que bien suena, serían su gozos; sería como hacer justicia, en reconocimiento a los desvelos de toda una vida por el porvenir de la provincia de Teruel)
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