“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 23 de enero de 2015

Credulidad

Yo me lo creo todo. O casi. Si me dicen que a Belén Esteban le han dado el Nobel de Literatura, me lo creo. Si me cuentan que Antonio Arrufat, el censor, ha sido elegido como mejor senador de todos los tiempos,  me lo trago. Si que Carmen Pobo ha pronunciado un discurso de dos horas, escrito por ella, y sin leerlo, dejando boquiabierto al auditorio, no lo pongo en duda. Soy tan crédulo que me la han metido doblada en innumerables ocasiones, desde la más tierna infancia: a los ocho años me tragué que si reunía quinientos envoltorios de chicle me regalaban un par de  walkie-talkies y lo que recibí fueron dos botes de chapa y cinco metros de cuerda. A los diez, una francesita de nombre Françoise me juró amor eterno y me lo creí, aunque a la semana siguiente se fuera con otro.  Muchos años después, frente a un cura y un centenar de familiares y amigos como testigos, me volvieron a prometer amor eterno y me lo volví a creer. En este último caso la eternidad duró unos cuantos años. Les cuento todo esto para que vean que a mí  me pueden vender cualquier burra y yo la compro sin rechistar.  Pero todo tiene un límite; por ese motivo he empezado esta columna diciendo que me lo creo todo, o casi. El día 28 de diciembre, Día de los Inocentes, el Diario de Teruel publicaba una noticia en la que nos anuncia que el alcalde de Teruel, Manuel Blasco, ha publicado una novela. Quien conozca al personaje sabe que lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible, como dicen que dijo el torero Guerrita aunque quien la dijo fue un diplomático franchute. Estoy dispuesto a creerme a pies juntillas que el PP quiere que se construya el nuevo hospital de la ciudad, que el PSOE quería traer a la ciudad el Museo Etnográfico Nacional. Incluso que se podría inaugurar una ruta aérea diaria entre Caudé y Nueva York. Pero que Manuel Blasco escriba no ya una novela, sino un relato de media página, es más improbable que a Pepe Polo lo seleccionen para hacer de Diego en el tinglado de las bodas que monta Raquel Esteban.

Evaristo Torres Olivas
 
HAZ CLIC AQUÍ para leer una inocentada que no me creo ni yo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy en el BOP sale anuncio de multa a Carlos Mor.

Anónimo dijo...

¿Carlos Mor? ¿El de la CEOE-Teruel?

Anónimo dijo...

¿Qué es lo que le ha pasado? No sé nada.