Evaristo Torres Olivas
jueves, 22 de enero de 2015
Con la cabeza muy alta
Heraldo de Aragón publicaba el pasado 31 de diciembre una
noticia sobre la instrucción del caso del Consejo Regulador de la Denominación
de Origen Jamón de Teruel. Caos contable, pluses salariales, tarjetas bancarias
con disponibilidad de más de siete mil euros mensuales para el exgerente del
Consejo, Fernando Guillén. También la compra de más móviles que empleados tiene
el Consejo porque los anteriores “se romperían, se caerían al suelo o se
mojarían”, según declaró Guillén. Pero lo que más me llamó la atención de la
noticia es que también se compraron unas gafas de 547 euros para sustituir a
las que se le rompieron a don Fernando en un congreso. Es decir, que todo lo que suceda en horario laboral o en
eventos de la empresa es responsabilidad de la empresa. Si al señor Guillén se
le parte una muela en una comida del Consejo, este ha de asumir el coste del
implante. Que se le rompe el zapato o los pantalones subiendo las escaleras
para asistir a una reunión, el Consejo
paga la factura de zapatos y pantalones nuevos. ¿Es esto razonable? ¿Se pueden
permitir estos abusos en una empresa subvencionada con dinero público? En otros
países, por mucho menos, los servidores públicos
dimiten avergonzados; aquí si se les reprocha algo y se ponen gallitos. Más que
servidores públicos, aquí se sirven de lo público en beneficio propio. Son muy conocidos los casos la viceprimera ministra sueca que dimitió por
comprar unas chocolatinas con dinero público o el diputado británico que
abandonó su escaño porque le pusieron una multa de tráfico por exceso de velocidad
y mintió al decir que quien conducía el coche no era él sino su mujer. Ya ven
lo fino que hilan los suecos y los británicos. Por qué nimiedades dimiten, pensarán
nuestros guillenes y muñoces. No entienden que en otros sitios no dimiten por
motivos penales, sino éticos. El problema no es la chocolatina ni la multa—cuyo
importe fue pagado por el diputado—sino el abuso de confianza que hace que los
ciudadanos los perciban como políticos poco confiables. Para nuestros guillenes
y muñoces, la ética es una cosa verde y se la comió un burro. Y si se les rompen
las gafas o se les hace un tomate en el calcetín en una reunión del Consejo, el
Consejo paga gafas, calcetines y calzoncillos si es preciso. Y si son diputados
por Teruel y se echan novia en Tenerife, los españoles tenemos la obligación de pagarles
todos los viajes de avión que les peten. Y al contrario de suecos y británicos,
que se sienten avergonzados, aquí caminan con la cabeza muy alta. El orgullo de ser español.
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A samugazos
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5 comentarios:
Las empresas "privadas" financiadas con dinero público, escapan a los controles que la administración pública establece para sus organinsmos. Así, gastan a manos llenas del dinero de todos y viven a cuerpo a rey. Se tiene que dar alguna trifulca entre sus miembros motivada por envidias, no promociones o rencores para que la podredumbre que anida en ellas salga a la luz.
TODOS HACEN IGUAL O PARECIDO.
FRANCISCO ABRIL 2014.
FRASE FICHA EN EL PLENO DE DIPUTACION POR UN EL VICEPRESIDENTE PRIMERO
Para lo que le queda al PAR...
Algún diputado sacará el PAR, que son muchos los colocados en la "degea", diputaciones, entes, empresas y demás. Poco a poco han ido funcionariadizando, o como se diga, al personal, pero los aspirantes a entrar nunca se acaban, la lista de espera es larga, interminable, así que habrá que seguir votando PAR.
Además, seguro, seguro, que aunque sean pocos diputados los que saquen, vuelven a ser el clavico del abanico.
Bueno, Anónimo/a del 24 de enero de 2015, 19:27, yo espero que tanto el Psoe como el PP bajen lo suficiente, sólo lo suficiente para que, unido esto a la bajada previsible del Par no les llegue para pactar con ellos.
No me quites la ilusión si no es con datos bien fundados.
No es que espere nada de lo que pueda venir tras el PPsoePar, pero que el Par, junto con el chiringuito anexo, se vaya a la mierda de una vez es una legítima y modesta aspiración política, por pobre que sea, que me gustaría ver cumplida antes de morir. Es de las pocas cosas que puedo esperar del sistema de partidos.
Una alegría en la casa del pobre.
Una perra a la que le quitan una garrapata, vamos.
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