Evaristo Torres Olivas
miércoles, 21 de enero de 2015
El cáncer de la política profesional
Da gusto leer a los que saben. A personas cultas que
escriben parrafadas tan centradas como
estas en el Diario de Teruel del pasado día 15 de enero: “Tampoco se ha
reformado el Centro de Salud del Centro. Rudi y Oliván han venido sosteniendo
que el “dispendio” del gobierno socialista con el Centro de Salud del Ensanche
no hubiera sido necesario con una reforma menor del Centro de Salud del Centro.
Al final ni se hace el nuevo hospital ni se reforma el centro de salud”. Tanto centro del Centro se parece a los
trabalenguas infantiles como el de la perra de Parra que rompió la parra de
Guerra y Guerra pegó con la porra a la perra de Parra. El autor de tan
brillante prosa no es otro que el segorbino José Ramón Morro, aspirante a
alcalde de Teruel. Pero no solo de trabalenguas sabe don José Ramón; también es
un experto en detectar la podredumbre de la política. En la columna de ayer
comenté algunas de sus afirmaciones en el Diario de Teruel, en las que hablaba
de los políticos del PP que no se atreven a criticar al jefe para no quedarse
sin trabajo. También ponía a caldo a lo que él llama “el cáncer de los
políticos profesionales”. Y es cierto que en el PP de Teruel hay mucho político
profesional: Pobo, Blasco y otros, que
sin oficio ni beneficio previo, llevan mil años viviendo de la política. Y es
ciertamente un cáncer. Pero el ciudadano Morro no se da cuenta de que su
partido juega en la liga de campeones de los profesionales de la política.
Gerardo Torres fue diputado durante seis legislaturas; Vicente Guillén pasa de
senador a diputado con la misma facilidad que Arrufat lo mismo está en la
Diputación que en el Senado; Mayte Pérez es una experta en ocupar cualquier
puesto, es una todóloga todo terreno;
y un señor de León que se vino a Teruel
de profe de formación profesional agrícola, de nombre Javier Velasco, inició
hace décadas su larga marcha por la política profesional retribuida, en todo
tipo de puestos— alcalde, consejero de Obras Públicas, de Presidencia, de
Universidades, diputado—, salvo los que están relacionados con lo único que se
supone que sabe algo: agricultura. Y estoy seguro de que la aspiración de José
Ramón Morro es la de emular a sus maestros y vivir del cáncer de la política
profesional.
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3 comentarios:
Ya estabamos huerfanos de tu prosa y sobre todo de tu formación e información que nos das gratuitamente a los que te seguimos.
OK Evaristo.
Que se descuide Vicente Guillén... ¿a que le limpia el puesto?
Otro profesional de la política, aunque sea de segunda división, es el alcalde de tu pueblo que lleva cobrando de la Diputación Provincial unas cuantas legislaturas. Su segunda también mete el morro por la parva de la politica a través de la Comarca. Creo que está en el ajo desde que se las inventaron.
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