“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 20 de noviembre de 2014

El orgullo de los hijos

Tal vez esté yo equivocado, pero hay afirmaciones de algunos políticos que me parecen tan disparatadas que me hacen pensar que quienes las pronuncian o no están en su sano juicio o no saben lo que dicen. Con todo el revuelo que se ha montado con el diputado turolense del PP,  Carlos Muñoz, que viajaba a Tenerife a visitar a su novia con nuestras perras, en lugar de criticarlo, sus correligionarios lo ensalzan. Antonio Gallego, portavoz de Presupuestos del PP en el Congreso, ha declarado que “sus hijos [los de Muñoz] pueden estar muy orgullosos de su padre”. Yo no sé cómo serán los hijos del señor Muñoz, pero puedo afirmar que si yo hago algo parecido a lo que ha hecho el diputado, mis hijas estarían avergonzadas. Como los hijos de la mayoría de la gente que conozco. Por lo visto, en el PP las cosas son diferentes. Y si los hijos de Muñoz están orgullosos, más han de estarlo los de Matas o los de Granados y el pecho de los hijos de Bárcenas debe de parecerse al de los palomos, de tanta satisfacción que les produce la trayectoria de su padre. Sin embargo hay otros hijos todavía más orgullosos que los del PP: los hijos de Jordi Pujol. Admiran tanto a su padre que han seguido sus pasos y han sabido amasar una fortuna considerable. Y el hijo del antiguo presidente del Barça, Núñez, también está orgulloso de su papi, tanto que han ingresado los dos en prisión y comparten celda.

Pero en el caso de Muñoz, los elogios no se han quedado solamente en el orgullo de sus hijos, sino que la presidenta del PP de Teruel, Carmen Pobo, ha añadido que el diputado con su dimisión “hizo lo que tenía que hacer y  demuestra cómo son los turolenses”. Y por si fuera poco, nos regala de propina que “se ha dejado la piel por el PP y el trabajo de tantos años no se puede perder en un minuto”. Cierto que no se puede perder en un minuto, se ha perdido en una docena de viajes para ver a su novia pagando los gastos los ciudadanos. Y en cuanto que así somos los turolenses, habrá que decirle a la señora Pobo que somos muchos, miles de turolenses los que no malgastamos el dinero público en asuntos privados y a quienes nos revienta que muchos políticos vivan a cuerpo de rey a nuestra costa.

Evaristo Torres Olivas
Son el orgullo de sus hijos

1 comentario:

Trallero dijo...

Le oí decir en tv que él dimitía por el revuelo mediático que se había levantado, no porque hubiese obrado mal; que cuando viajaba a Tenerife, lo hacía a su domicilio, lo mismo que cuando venía a Teruel.
¡Es incréible!, y lo dijo delante las cámaras y las radios. Supongo que cuando eso dijo se pensaba que nos lo íbamos a creer. Eso es precidsamente lo que más me sorprende; que los políticos piensen que nos vamos a creer unas mentiras tan burdas.