El jotero Teodoro y el dinosaurio

Muy amplia ha sido la cobertura del Diario de Teruel de las primarias del PSOE para elegir el candidato a la Alcaldía de la ciudad. Entrevistas a Morro y Larred, artículos de los candidatos en la sección de opinión del Diario, declaraciones de Mayte Pérez, secretaria general de la Agrupación Local del partido, artículo de propaganda de José Luis Pinedo, segundo de a bordo del PSOE de la ciudad. No sé si era necesaria tanta cobertura para unas elecciones en las que solamente podían votar 263 personas, los afiliados que tiene el PSOE en la capital. Pero al menos ha servido para que los ciudadanos nos enteremos de la pobreza de las propuestas tanto de Vicente Larred como de José Ramón Morro. Con cuatro generalidades,  que no sé si clasificar como pensamiento ilusorio, tomadura de pelo o ignorancia supina, pretenden convencernos de que ellos son la solución de todos los males de la ciudad. Sin embargo, lo más interesante de todo el proceso ha sido comprobar cómo funciona el PSOE. Aunque Mayte Pérez haya tildado las primarias de “proceso ejemplar” y José Luis Pinedo de fiesta a la que acudió el jotero Teodoro vestido de baturro, la realidad es muy otra. Por ejemplo,  que la democracia dentro del PSOE  no existe y que el aparato impone sus candidatos.  Esto no lo digo yo sino los propios militantes. Larred se ha quejado de las trabas del aparato en Teruel, pero también lo hizo en Zaragoza  Javier Fernández, que se retiró de las primarias y habló de las actitudes caciquiles de la organización” y que “es imposible que quien tiene el control del aparato pierda unas primarias”. “El dinosaurio, una vez más, se ha salido con la suya”, añadió. Tanto Morro en Teruel como Pérez Anadón (el socialista que tiene siete pisos) en Zaragoza, los dos candidatos del aparato, se han negado a un debate público. Para qué sudar la camiseta si ya se tiene el partido ganado,  habrán pensado. Pérez Anadón lleva más de treinta años encadenando puestos políticos bien retribuidos (que le han permitido comprarse siete pisos). Los mismos que nuestro Javier Velasco (¿cuántos pisos tiene?). Habrá que pedirle al jotero Teodoro que cante una jotica dedicada a los aparatos.

Evaristo Torres Olivas