“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 4 de julio de 2014

Técnicas japonesas de arrepentimiento

Miren el video al final de esta columna antes de seguir leyendo. Habrán sido testigos de cómo un político japonés que ha hecho cosas feas se echa a llorar y se humilla públicamente. En la cultura japonesa,  que te pillen haciendo fechorías es una deshonra. Antiguamente, se rajaban los mondongos cuando cometían algún acto deshonroso. Ahora, se echan a llorar, piden perdón y se humillan públicamente. Igual que en España. ¡Por los cojones! Aquí nuestros políticos y mandamases no hacen una acto de contrición semejante ni hartos de Don Simón en tetrabrik. ¿Se imaginan a Juan Carlos, cuando lo del elefante en Botsuana, pidiendo perdón como lo hace el político japonés? Yo que soy republicano, si veo a Juan Carlos arrepentirse de forma tan sincera, me hago monárquico fundamentalista. Y en nuestro Teruel, ¿se imaginan al censor Arrufat llorando a moco tendido por haber ejercido la censura en el Diario de Teruel? Yo que fui una de sus víctimas, si convoca una rueda de prensa y pide perdón al estilo del japonés, les juro por la gloria de mi madre, que diría Chiquito, que me hago arrufista, le voto en todas las elecciones y hago una generoso donativo al ayuntamiento de su pueblo, La Cerollera. Pero tendría que ser exactamente igual que lo hace el nipón, nada  de métodos abreviados ni fingimientos. Vean de nuevo el vídeo. Habrán visto que primero escucha, incluso poniéndose la mano en la oreja para ampliar el campo auditivo. ¿La has cagado?, le preguntan. Sí, la he cagado, la cagué, sí, contesta un afligido hombre hundido y avergonzado. Esos gritos y esos llantos desconsolados son sinceros. ¡La rabia que le produce haberla cagado! Y así, cualquiera le perdona. Leí hace mucho una entrevista a Carmen Pobo en la que decía que Japón es uno de los países que le gustaría visitar. Espero que pueda cumplir su sueño. Y de paso que se lleve con ella al vicepresidente de la Diputación,  Francisco Abril, y a la diputada del PSOE, Julia Vicente, para que tengan ocasión de aprender in situ las técnicas de arrepentimiento japonesas y a su regreso a España, convoquen una rueda de prensa para pedir perdón por utilizar el coche oficial para ir al fútbol o a los entierros de familiares, el uno, o por alojar al hijo, gratis total, en un piso propiedad de la Diputación, la otra.

Evaristo Torres Olivas

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

En el pleno de Diputación del lunes izquierda Unida preguntó por el uso del coche oficial.
No se la respuesta.
Oficina ambulante?

Anónimo dijo...

¡Qué misterio! ¿Alguien sabe qué contestaron?

Anónimo dijo...

Pues que se va muy comodo en la oficina ambulante!!
Visto el éxito del tren turistico de Teruel podemos poner otro servicio de coches oficiales para funerales y ver partidos de fútbol.
Francisco Abril for presidente!
Será que con los 90000 euros no le da para viajar con su coche.
Hay una cosa que se llama parrot y sirve para hablar conduciendo.
Como diría mi abuela.
Que parrot esta hecho don Francisco Abril!