Ni para capador de gorrinos en Ababuj

Intento evitar durante estos días la lectura de la propaganda que hacen los partidos políticos. La primera que me ha llegó al buzón ha sido  una carta de Elena Valenciano, con su foto retocada, una firma horrible y un eslogan absurdo: Tú mueves Europa. Sería para contestarte que yo muevo Europa y ella se lleva un buen sueldo por vivir del cuento a mi costa. Podría haber utilizado la carta de la señora Valenciano para muchas cosas, pero como no quiero ser grosero, simplemente la he echado al contenedor de papel, con la esperanza de que tanto el papel como el Partido Socialista se reciclen. Si eso he hecho con la carta de los socialistas obreros, con las del PP pienso instalarme un detector que le impida a la cartera de mi pueblo meter correspondencia de ese partido en mi buzón. El PP no tiene reciclaje posible.
  El Diario de Teruel de estos días también viene cargado de propaganda partidista, gratuita para más señas, y con la  vergonzosa colaboración de la redacción. Lo que interesa es salir en la foto, aunque sea para decir tontadas u obviedades. Veamos un ejemplo de la página 17 del Diario del martes 13 de mayo. Titular: El PSOE defiende la existencia de “empleos dignos” en la Unión Europea. Quien eso afirma es el candidato Sergio Chueca—número 34 de la lista—y al que se muestra en una foto paseando por el óvalo junto a un tal José Ignacio Escuín. Más adelante se precisa que el señor Chueca, además de por los  empleos dignos,  “abogó por medidas que los favorezcan y defendió que las empresas ganen en competitividad a través de la innovación y la formación”.  Y se quedó tan ancho que más adelante añade que “hay que fomentar la movilidad dentro de la Unión Europea para aprender idiomas y formarse”. 
  Ya ven, esas son las brillantes ideas que tienen nuestros candidatos: que los idiomas sirven para entenderse, que hay que ser competitivos e innovadores, defender los empleos dignos y prohibir las jornadas de veinte horas,   que tiene que llover para que no haya sequía y que el hambre se quita comiendo. Es decir, chorradas que pronunciadas en una clase de bachillerato serían suficientes para repetir curso o motivo  para obtener la peor calificación en la prueba teórica de la  oposición a capador de gorrinos en  Ababuj, pongamos por ejemplo.

Evaristo Torres Olivas