“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 20 de mayo de 2014

Los monos y los cacahuetes

Hace unos días, escuché en una entrevista en la  radio al Defensor del Pueblo aragonés, nuestro Justicia Fernando García Vicente. Una de las preguntas versaba sobre los políticos y sus salarios y don Fernando pronunció una frase que me ha servido para escribir esta columna: “No podemos pretender políticos de primera con salarios de becario”.  Y tiene toda la razón.  Hay un dicho en inglés que reza: “If you pay peanuts, you get monkeys”. Traducido literalmente diríamos en español que si pagas con cacahuetes, sólo podrás contratar monos. En una versión más correcta diríamos que bueno y barato no caben en un zapato o que no es posible comprar  pescado gordo y que pese poco. Un buen profesional, con experiencia y un historial de logros exige un buen salario. De la misma manera pero a sensu contrario podríamos decir que no deberíamos tener a inexpertos con salarios de  políticos de primera.  Lo expresaba muy bien, citando a Platón,  don Alfredo Compaired en una tribuna en el Heraldo de Aragón del pasado 10 de mayo: “Deben gobernar los mejores en sabiduría y en virtud. Pero a menudo no gobiernan los mejores sino políticos que aparentan saberlo todo y en realidad no saben casi nada”. Son los “todólogos”, muchos de ellos sin un trabajo al margen de la política, vírgenes de cualquier nómina que no sea la que les proporciona el partido. Es el caso de Elena Valenciano, a la que no se le conoce profesión alguna, y lo mismo sirve para diputada nacional que europea; o el caso de nuestro alcalde de Teruel Blasco, o de la presidenta de la Diputación Pobo, que sirven para alcalde, senador, diputado, presidente de partido o de Diputación, pero sin profesión conocida anterior a la política. Sin oficio ni beneficio. Es el caso de Larred, auxiliar administrativo que lleva varias legislaturas de diputado autonómico, cobrando como un político de primera cuando cualquier becario está más cualificado que él. ¿Y cómo consiguen esa gente mantenerse? El señor Compaired nos lo explica en su artículo: Con “luchas internas y subterráneas en los partidos, esas espadas y navajas afiladas, esa pertenencia a una u otra familia para posicionarse en primera línea, para aferrarse como sea al poder y satisfacer las propias apetencias”. En todo esto debemos pensar antes de depositar nuestro voto el próximo día 25. Para no perpetuar en el cargo  a vividores escasamente cualificados que cobran como profesionales  de primera siendo unos políticos de cuarta fila.

Evaristo Torres Olivas

3 comentarios:

Trallero dijo...

Valenciano trabajó de telefonista en la sede del PSOE de Madrid, Blasco es empresario (no se de que), y a la Pobo yo la he visto plantar patatas por algún sitio, con mono puesto y todo.

Anónimo dijo...

Has dado en la diana. Esta es la cuestión: No podemos pagar sueldazos a verdaderos incompetentes....y vividores.

ARB

Anónimo dijo...

Lo de la bajada de sueldos depende de ellos.

Lo de la formación y el interés depende de ellos, y sobre todo de los partidos.

Vamos listos.

Lo mejor de todo es lo de la "virtud", y es que, arriba, si se llega "virtuoso" se pierde rápido: a las buenas o a las malas. Por supuesto, la mayoría ya llegan sabidos.

Cuando la experiencia laboral, los masters y las carreras proporcionen honradez, humildad, etc... a las personas, avisad. Aunque quizá sería más práctico ir a otro planeta a buscar otros tipos de vida "inteligente".