“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 29 de mayo de 2014

Frikis, populistas y barrigones

Al censor Arrufat le reproché hace unos años en una columna que viniera a mi pueblo, simulara que plantaba un árbol y al día siguiente apareciera en primera página del Diario de Teruel. La simulación duró lo que le costó al fotógrafo enfocar y disparar. Lo que duró algo más, varias horas más, fue la comida y la bebida gratis total, a cargo del ayuntamiento, que se metió entre pecho y espalda. A doña Carmen Pobo también le reproché que se vistiera con un mono y simulara que plantaba patatas en su pueblo. Les va a los políticos el populismo.  Hacer el chorras. El último en apuntarse a esa afición ha sido Cañete, el genio que se dejó ganar en el simulacro de debate frente a un ser inferior, una mujer, de nombre Elena Valenciano, que a su vez llamó feo a un futbolista francés que sufrió un accidente de coche en la niñez. Don Miguel aparece fotografiado en el Diario de Teruel del pasado domingo, y en otros muchos periódicos, paseando en bicicleta junto a su mujer. Si Cañete quiere hacernos creer que es un consumado deportista, un ciclista habitual, la verdad es que no cuela. Luce una tripa de luchador de sumo que, como dijo hace unos días Alfonso Guerra en un mitin en Leganés, "parece que se haya comido un  cochinillo entero".  Yo sé de lo que hablo porque también he lucido durante mucho tiempo una barriga como la de Cañete y también me compré una bicicleta cuando dejé de fumar. Pero claro, pedaleaba durante cuatro kilómetros y a continuación me tomaba media docena de cervezas y me comía dos bolsas de patatas fritas y otra de ganchitos, antes de sentarme a la mesa y zamparme dos huevos fritos con chorizo, una barra de pan y dos vasos de vino. Lo que no hacía es fotografiarme y presumir de deportista. Pero el PP del friki  Cañete, asesorado por Pedro Arriola, el marido friki de la exministra  friki Celia Villalobos, la que desaconsejaba el hueso de vaca para hacer caldo cuando mandaba en Sanidad,  llama friki y populista a los cinco flamantes diputados de Podemos. Si en estas elecciones, lo de la bici no ha conseguido aumentar los votos del PP, tal vez en las próximas pongan a Rita Barberá recorriendo las calles de Valencia  en monopatín. O vuelva Aznar, sin bigote y con coleta. 

Evaristo Torres Olivas
El macho alfa Cañete

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No presume de bicicleta, presume de señora.

Anónimo dijo...

El Psoe (así, con minúsculas), ha creído que su poder era como el del PP. Que los votantes fijos saldrían a la calle. El PP tiene sus incondicionales, el Psoe cree que los tiene. No se dan cuenta, unos y otros, que la democracia, en el fondo, es Justicia. Se trata de unas Europeas, ahora viene lo bueno. Las bicicletas son para el verano.

Anónimo dijo...

Soy el anónimo anterior. por cierto, se me olvidaba, Biel ya está haciendo cuentas: con siete partidos en las Cortes aragonesas van a cocer las habas con chicha gorda.

Anónimo dijo...

¿Que la democracia es Justicia? ¡Ya! Y la quiche Lorrain, atascaburras.

Anónimo dijo...

http://www.recetasdemama.es/2010/03/quiche-lorraine/