Los políticos se empeñan en hacernos a todos emprendedores.
Los de Teruel no son una excepción. Lo
mismo da que sean del PSOE, del PP o del PAR. En su limitado vocabulario, la
palabra emprendedor y emprendimiento son fijas, junto a sinergia y referente.
En cualquier otro ámbito, salvo en la política y la religión, quien se atreve a
recomendar algo a los demás suele ser, casi siempre, el primero en cumplir lo
que aconseja. Un médico que nos pide que adelgacemos no exhibe una barriga de
luchador de sumo; el vendedor de coches de una marca no se pasea por las calles
con uno de la competencia; los apologetas del vegetarianismo no se pasan el día
atiborrándose de hamburguesas del McDonald´s. Los curas, sin embargo, sí pueden
predicar que debemos imitar a Cristo en su pobreza y vivir, como el cardenal
Bertone, en un apartamento de 700 metros cuadrados en el centro de Roma,
cuidado por tres empleadas del hogar esclavas, perdón, tres monjas, según publicaba hace unos días el periódico
italiano La Reppublica. Y los políticos nos calientan la cabeza con la
formación y el emprendimiento cuando muchos de ellos ni tienen formación ni han
emprendido nada en su vida. Como bien dice el periodista Arturo González en el
diario Público “para ser eurodiputado no hace falta saber nada. Solo tener
recomendación”. Pero no solamente para ser eurodiputado, sino para cualquier
otro puesto político. Anteayer, Día del Libro, don Arturo nos recomendaba el
libro Reglamento del Congreso, “para
entender por qué votan como borregos”. Nos
basta con repasar la trayectoria profesional de nuestros políticos locales, Blasco,
Pobo, Larred, Mayte Pérez, Velasco, para
darse cuenta de que no han emprendido nada en su vida. Consejos vendo y para mí
no tengo, dice el refranero. Aunque yo he de reconocer que cada vez que los
escucho, me entran muchas ganas de emprender: de emprenderlos a escobazos y así
barrer de la escena política a tanto incompetente.
Evaristo Torres Olivas
Herramientas de emprendedor
1 comentario:
Luego cabalgan.
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