“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 13 de marzo de 2014

La autoexploración del cuerpo humano

Los curas siempre se han metido con la pajas de los demás y han escondido sus vigas. Me refiero a las pajas que producían ceguera, licuación del cerebro y granos como pelotas de pimpón, según nos amenazaban los frailes y curas de mi adolescencia. Cabrones. Y ahora resulta que las pajas, la masturbación o, como se dice en fino, la autoexploración del cuerpo humano para obtener placer, previene hasta cinco enfermedades: cáncer, diabetes tipo 2, cistitis, síndrome de piernas inquietas y depresión. Lo confirman sesudos estudios en varias universidades, entre ellas la de Sidney, en Australia. Además, practicada con regularidad—unas veinte veces al mes—reduce la tensión, la presión arterial, el dolor, y aumenta la autoestima.
  Desde que lo leí hace unos días en el Diario de Teruel se me ha hinchado la vena del cuello de la rabia que siento. Toda la adolescencia racionando la autoexploración para que a mi cerebro no le pasara lo mismo que a la sangre de san Pantaleón; años de acojone cada vez que iba a la visita del oculista y miedo a que me dijera que el aumento de las dioptrías era debido a las prácticas solitarias y que si no las cortaba inmediatamente, iba camino de la ceguera. Y ahora resulta que son fuente de salud, equilibrio y bienestar.
  Hace unos meses me detectaron unos niveles de azúcar elevados, un principio de diabetes. Como vaya a más o me surja algún problema de próstata, demando al Vaticano, a la Conferencia Episcopal, a Rouco Varela y a su sucesor. Lo del azúcar y la próstata seguramente se debe a que durante los años críticos de mi desarrollo no cumplí con la media de 20 gayolas mensuales que recomiendan los científicos de la Universidad de Sidney. Y de aquellas carencias vienen ahora todos mis males.
  El defecto que ha tenido siempre la Iglesia católica es que opina de todo sin tener ni puta idea de nada. Prohíbe todo lo que da felicidad y se empeña en jodernos la existencia. Si existiera Dios, ya la habría fulminado.

Evaristo Torres Olivas
La paja

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La iglesia se empeña en "jodernos la existencia"... ¡y vivir maravillosamente a cuenta de ello!

El negocio de manipular los miedos y la psicología humana, creando el problema y vendiendo su "solución" a cambio de privilegios, dinero, poder y control social. Como todas las religiones.

sergio dijo...

Muy bueno Evaristo. La media de 20 es discutible. En “El lobo de Wall Street” el personaje de M. McConaughey recomienda cinco diarias para llegar a tener éxito en la vida. Eso es lo que habrían necesitado algunos curas para tener la mente un poco más limpia y no jugar tanto con los niños mientras predicaban.

Trallero dijo...

En el tema este de las molicies, SÍ que tenían experiencia, SÍ que sabían de lo que hablaban.