El orden de los factores

Me jode que Yolanda Casaus me tome por imbécil. A mí y al resto de los ciudadanos. El PSOE de Andorra, dirigido por doña Yolanda, tiene montado un berenjenal de campeonato. Si hace unas semanas ya echaron a los socialistas obreros españoles de la sociedad municipal Somudan por bocazas y largones, que diría mi vecino,  ahora la número tres de las listas socialistas en las municipales, Deborah Martínez, ha dicho que hasta aquí hemos llegado. Ha renunciado al acta de edil y a la de consejera de la Comarca Andorra Sierra de Arcos. Pero el problema no acaba ahí: ninguno de los tres siguientes en la lista quiere ocupar el lugar que deja Deborah. Judit Rodríguez Palos, número siete en la lista, será la sustituta. Un desastre en toda regla, pero a la secretaria general de los socialistas obreros españoles de Andorra, Yolanda Casaus,  no se le pasa por la cabeza admitir que tienen un problema, sino que nos endilga un sermón que parece dirigido a un grupo de ingenuos o de buenazos como Forrest Gump. Para justificar el salto del número tres al número siete, nos cuenta que "el partido está consensuando un acuerdo para elegir a la persona que mejor puede ocupar el acta de concejal en estos momentos. Las listas se hicieron hace dos años con el fin de gobernar, y ahora, dos años después, en la oposición, y con las vistas puestas a la próxima lista, hay que replantearse las cosas". Nos dice que en el PSOE de Andorra se hacen unas listas para gobernar, pero si los ciudadanos los mandan a la oposición, esas listas ya no sirven y al número tres, si dimite, ya no lo sustituye el cuatro sino el siete. ¿Será eso lo que llaman la aritmética electoral, o más bien se trata de la cuenta de la vieja o del timo de la estampita? Yo creo que es una gilipollez del tamaño XXL. Lo curioso de la argumentación de Casaus es que tanto si gobiernan como si no, el número uno, es decir ella misma mismamente, nunca cambia. Si yo hubiera estado más atento a las clases de matemáticas del bachillerato, ahora sabría qué tipo de permutación es esa. Labordeta, que era un buen hombre, al hablar de sus compañeros aragoneses en el Congreso, dijo de Yolanda que “su presencia enseguida confirmaba aquello de Teruel existe. Con ella sobre todo”.  Se refería seguramente a su talla intelectual.

Evaristo Torres Olivas

Hoy es San Valentín, día de los enamorados, los besos y los sueños