“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 21 de enero de 2014

En busca de la excelencia

Mucho se habla sobre el bajo nivel de la Educación en España. Constantes reformas educativas, elevado fracaso escolar, baja puntuación en todos los informes PISA. Se apuntan varias causas para explicar el desolador estado de nuestro sistema educativo. Pero quizás se insiste poco en la deficiente preparación de muchos maestros y profesores.

Veamos un ejemplo reciente. José Ramón Morro es un destacado miembro del PSOE de Teruel. Don José Ramón ha desempeñado y desempeña  todo tipo de puestos en la enseñanza, pero hay dos que a mí me interesa especialmente destacar: la de inspector jefe de la Dirección Provincial de Educación de Teruel y la de profesor en varios grados de la UNED de Teruel, entre ellos el de Pedagogía. Cabe esperar que un profesor universitario y un inspector jefe se expresen correctamente, sin faltas de ortografía y con un estilo que,  sin llegar a ser de obra maestra, al menos tenga cierta elegancia. Pues ninguna de las dos condiciones se cumplen en el señor Morro: escribe con faltas tanto de ortografía como sintácticas y su estilo es zarrapastroso, por llamarlo de alguna manera. 

En una carta en la sección de opinión del pasado día 23 de diciembre, titulada Sustos, mentiras y cintas de video sobre el nuevo hospital de Teruel nos deja una muestra de su incompetencia. Escribe frases como esta: ¿Es responsable no iniciar una obra que cumple escrupulosamente con el marco legal vigente en materia sismorresistente?  ¿Por qué no sustituir marco legal vigente por ley y en materia sismorresistente por construcciones sismorresistentes?  Quedaría así: …una obra que cumple la ley sobre construcciones sismorresistentes.

Más adelante nos habla de “un terremoto de dimensiones catastróficas”.  Lo  que produce la catástrofe no es la dimensión sino el terremoto. Pero si esto fuera poco, a continuación se pregunta si “es responsable jugar con el empleo de los desempleados”.  El empleo de los desempleados es parecido a la tierra de los sin tierra o al pelo de los calvos.  Y siguen los errores cuando nos habla de la “normativa sismorresistente” cuando debería escribir normativa sobre edificaciones sismorresistentes, porque quien debe aguantar las sacudidas es el edificio y no la normativa.

También recurre don José Ramón a la pedantería, utilizando expresiones sin sentido, con faltas de ortografía o con ambas cosas: Interpretar hermeneúticamente [sic] y pulsión thanática [sic]. 

Si estos son los maestros que educan a nuestros hijos y los inspectores que se aseguran de la calidad de nuestra enseñanza, no debería sorprendernos que obtengamos unos resultados tan modestos en todas las encuestas. Un mediocre no puede enseñar la excelencia ni un incompetente ayudar a ser competente.
Evaristo Torres Olivas

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuidado, Evaristo. José Ramón lleva casi 25 años sin pisar un aula como profesor de Secundaria, metido en el "búnker" de Inspección...Se le habrá pegado la redacción y sintaxis propia de la jerga burocrática.

Anónimo dijo...

La jerga burocrática no se redacta, en todo caso se habla. En los escritos oficiales de la administración, los términos empleados son muy precisos. Es más no creo que haya otro lenguaje más exacto que el burócratico escrito, tanto que a veces resulta complicado de entender debido a las puntualizaciones que debe, obligatoriamente, observar.

Anónimo dijo...

No seamos tan duros: "normativa sismorresistente" es una hipálage. Lo que no sé es si el tal Morro sabrá lo que es una hipálage, ni cuándo se usa.