“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 19 de diciembre de 2013

Ellas bailan solas

El futuro es de las mujeres. Sé que generalizar no es bueno y que de unas pocas constataciones  no se pueden extraer conclusiones con validez universal. Pero si mis observaciones coinciden con otras realizadas con más rigor y con una metodología científica, entonces sí que se pueden formular conclusiones como la primera frase de esta columna.
Basta consultar las encuestas del ine (Instituto Nacional de Estadística) para comprobar que el fracaso escolar es mayor en los hombres que en las mujeres, en todos los niveles educativos. Hay más mujeres matriculadas en la universidad y se gradúan más chicas que chicos; también obtienen las mujeres mejores notas.
 Hasta aquí los datos objetivos, contrastados, fiables. Ahora veamos los míos, que no son ni tan metódicos ni se basan en una población tan extensa como en las encuestas del ine. Sábado de diciembre por  la tarde. Exposición de fotografía en  un pueblo de Teruel de menos de 1 000 habitantes. El número de mujeres que visitan la exposición triplica al de los hombres. A la misma hora, en tres bares del pueblo,  observamos: en uno, cinco hombres juegan a los dados, otros cinco, en la barra delante de unas cañas, y tres sentados en una mesa viendo un partido de fútbol en la tele. Mujeres: una, la camarera. En el siguiente bar, dos mesas con cuatro hombres cada una. Están jugando al guiñote. Gritan y dan unos puñetazos que tiembla el misterio. Otros cuatro discuten, uno se instruye mirando la chica semidesnuda de la contraportada de As. Mujeres: una que ha entrado a comprar un décimo de lotería. En el tercero, más tíos jugando al guiñote  y una sola mujer, la barwoman.  
En el club de lectura, doce mujeres y un hombre. En la biblioteca, un miércoles a las 6 de la tarde, ocho mujeres aprenden informática. A esa misma hora, en los bares los hombres siguen jugando al sota, caballo y rey y mirando la contraportada de As. Un martes diez mujeres y un hombre asisten a la conferencia de un psicólogo. En el bar, los hombres siguen jugando a las cartas. En una mesa pintan bastos; en la otra acaban de cantar las cuarenta. Lo curioso es que  el campeonato de guiñote de las fiestas patronales lo ganaron dos mujeres. Mientras ellos se acodan en la barra, ellas bailan solas.

Evaristo Torres Olivas

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Conclusión:
Buen pueblo para hacerse una casica y vivir.
Guiñotico, cervezas y cañicas.
Lo adivinas ? so hombre.

Anónimo dijo...

Pero irán al huerto!
Joder Evaristo te van a echar del pueblo, solo por que es verdad.

Buena reflexión de la vida en el pueblo para algunos.

Abogado dijo...

La conclusión: las exposiciones de fotografia tienen más futuro que jugar al guiñote,jugar a los dados, tomar unas cañas o ver un partido de futbol. Pero me parece que esta conclusión es errónea.

Trallero dijo...

Juagar al guiñote es cultura; jugar bien es alcanzar la perfección.

FELICES FIESTAS!