¿Qué pensaríamos de un columnista estrella que empieza su
columna estrella de todos los domingos con una falta de ortografía grande como
una estrella? Pues que se ha estrellado. Lo peor del caso es que la estrella de la que
voy a escribir hoy se estrella cada vez que escribe una columna estrella. La
estrella estrellada es Hugo Miquele.
El pasado domingo comenzaba así su actuación estelar: “Hayámonos
[sic] en mitad de la conferencia del PSOE…”.
Si en la primera palabra ya la caga, la cosa no pinta demasiado bien. Pero
se pone peor conforme seguimos leyendo. Nos encontramos con que a Felipe
González lo llama septagenario [sic], el
apellido del expresidente alemán Kohl lo escribe Khol, y la locución adverbial por supuesto la escribe
por su puesto. Y unos cuantos errores más.
Si la forma es un desastre, el fondo aún es peor. Nos habla
de que los expresidentes González y
Aznar, que ya son mayores, deberían abstenerse de decirnos qué debemos hacer
para sacar a España del pozo. Y de paso
nos recuerda que “una persona de 62 años
como Rubalcaba, está muy alejado de lo que le piden jóvenes que, biológicamente,
podrían ser sus nietos”. Sin embargo, Hugo Miquele, que fue jefe de prensa de
Biel, representante de Biel en la tele aragonesa, y que escribe, mal, en el Diario de Teruel porque, en Teruel, Biel es el clavico del abanico que
muele gordo, nada dice de los 67 tacos de calendario de su padrino don José Ángel. Pero claro, es que si Biel se
va, Miquele se queda sin curro y sin poder escribir todos los domingos en el
Diario de Teruel con una docena de faltas de ortografía.
Biel es el político aragonés, y seguramente español, que más tiempo lleva viviendo del cuento y jodiendo la marrana en la sociedad
aragonesa con su discurso caciquil y cateto. Según la tesis que defiende Miquele,
el “abuelo” Biel, por su edad, ya hace tiempo que debería haberse retirado. Yo
lo veo como el candidato ideal para el papel de compañero de la mascota Dino en
la entrada de Dinópolis.
Y en cuanto a Miquele, que se apunte a algún taller en el
que le enseñen ortografía. O que le pida a Biel que le deje el libro de Miranda
Podadera, que es tan viejo como él.
Y a los que mandan en el Diario, que controlen, si es que
saben, la calidad del único periódico con cobertura provincial que tenemos.
Dinosaurios
2 comentarios:
Es que ese tipo de faltas no las detecta el corrector automático. Y los responsables del periódico, ¿no corrigen antes de publicar?
¡Increíble! ¡Menos mal que ya no mandan el periódico a las escuelas!
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