“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 15 de noviembre de 2013

El esquí y la genética

La columna de ayer debería haberse publicado hoy y ésta, ayer, pero como escribo las entradas según me surge la idea y después las programo, a veces pasan estas cosas. Pido disculpas.
En la contraportada del Diario de Teruel del domingo, 3 de noviembre, se publica una entrevista a Marcelino Iglesias. Pero no al Marcelino padre, monitor de esquí que fue presidente de Aragón y ahora senador, sino a Marcelino hijo, también monitor de esquí y alcalde de Bonansa.
Bonansa es un pueblo con pocos habitantes—no llegan a cien—, más o menos los mismos que tiene La Cerollera, otro pueblo cuna de grandes políticos y censores como Antonio Arrufat. Desde  la alcaldía de Bonansa, Marcelino padre dio el salto a la Diputación de Huesca y de ahí a la presidencia de Aragón. Y como buen padre, ha querido que su hijo siguiera su trayectoria: nada de estudiar una carrera o un oficio,  sino hacerse  monitor de esquí, que es la mejor preparación para ser un buen político. En el esquí se aprende a sortear obstáculos, tener un buen juego de cintura y codearse con mucho pijerío (aunque el esquí se ha democratizado un poco en los últimos años, sigue siendo una actividad  de pijos). La prueba de que ser monitor de esquí abre muchas puertas la tenemos en  que Marcelino junior, con apenas experiencia en política, acaba de ser nombrado secretario general de la Asociación Española de Municipios y Entidades de Montaña. Estoy convencido de que Marcelino senior no ha tenido ninguna influencia  en todo esto, salvo la de transmitir los genes a su hijo. Quienes han elegido al chico lo habrán hecho porque  han visto que el retoño es monitor de esquí y eso es mayor garantía que tener un doctorado de Harvard o de la London School of Economics, y por  tener los genes de un político de raza.
Lo de los genes y la raza es algo muy importante y eso lo saben perfectamente los veterinarios que se dedican a mejorar   las razas de caballos, perros,  toros y otros animales. No es lo mismo ser un descendiente de Rin tin tin (lo digo sin retintín), Furia, Islero o la mona Chita que de cualquier bicho sin pedigrí. Lo que me ya me cuesta entender es por qué la mujer de Marcelino padre y madre de Marcelino hijo es el cargo de confianza que más cobra en la Diputación de Huesca. Y aunque seguro  que tampoco ha tenido nada que ver su marido en tal elección, no me consta que sea monitora de esquí y, hasta donde alcanzan mis conocimientos de biología, los genes se transmiten de padres a hijos pero no de maridos a esposas. Quizás no esté al día en genética.

Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los resultados -hablamos de la capacidad de supervivencia de la clase política- son espectaculares. Vean:

http://www.youtube.com/watch?v=Oq2qwTLJcp4