“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 29 de octubre de 2013

Yo, mi, me, conmigo

Al principio he creído que se trataba de una noticia de El Mundo Today, un periódico digital muy bien hecho que se inventa noticias  como estas: Un cantante heavy despierta a su bebé al gritarle una nana. Medio Ambiente advierte de que la sangre empieza a llegar al río. El Vaticano rediseña el crucifijo para reposicionar la marca. Después me he dado cuenta de que quien la publicaba era El Mundo, el de Pedrojota. Como tampoco es un periódico que me merece mucha confianza, me he puesto a mirar en otros diarios: La Vanguardia, Público, El Diario.es. Y en la agencia Europa Press. Todos recogen la misma información. Para acabar de convencerme, acudo al Boletín Oficial del Estado. Y ahí está. Noticia contrastada y confirmada: Felipe González crea una fundación para el estudio de su figura.
Supongamos que Bill Gates, que tiene mucha guita, decide crear un premio de lo que sea, que lo dota de setecientos millones de dólares y que se lo adjudica a sí mismo. Supongamos que José Ángel Biel, el clavico del abanico, crea la figura del aragonés del año y se lo concede él a perpetuidad. Supongamos, finalmente, que José María, ese gran estadista, crea una beca para el español que mejor habla inglés y se la da un año a sí mismo y otro a su querida esposa, doña Ana Bottle, la del relaxing cup of café con leche. Bueno, pues eso es lo que ha hecho Felipe González, alias Isidoro, otrora el hombre del traje de pana: ha creado una fundación, presidida por él y con su hija de secretaria, para estudiarse a sí mismo.
Normalmente son los eruditos de las academias, los profesores de  las universidades y los intelectuales quienes deciden  estudiar la figura y la obra de personajes que se consideran relevantes en la política, la ciencia o en otras áreas del saber. No es normal que uno se crea tan importante como para ser estudiado. Y menos que se presida la fundación para el estudio de uno mismo. Salvo que se padezca el síndrome de Hubris, del que ya hablé en este blog hace unos años.
Como cunda el ejemplo, no tardaremos mucho en tener  la fundación Antonio, el censor,  Arrufat, en La Cerollera; en  Andorra, la de Yolanda Casaus; y en Cella, el Centro de Estudios de Sí Misma de Esmeralda Iranzo. Al tiempo.

Evaristo Torres Olivas 
Los tiempos de la pana

2 comentarios:

Trallero dijo...

El timo de los chicos de la bufanda roja y de la chaqueta de pana sigue funcionando hoy en día; ¿por qué tengo la sensación de que esa fundación va a ser subvencionada con dinero público?

Anónimo dijo...

No sé si esa fundación será subvencionada con dinero público, pero desde luego el timo del Psoe cuela.

Un partido de derechas con una careta de pseudo-izquierda... y casi todo el mundo continúa fijándose en la careta y olvidando los hechos.