Al principio he creído que se trataba de una noticia de El
Mundo Today, un periódico digital muy bien hecho que se inventa noticias como estas: Un cantante heavy despierta a su
bebé al gritarle una nana. Medio Ambiente advierte de que la sangre empieza a
llegar al río. El Vaticano rediseña el crucifijo para reposicionar la marca.
Después me he dado cuenta de que quien la publicaba era El Mundo, el de
Pedrojota. Como tampoco es un periódico que me merece mucha confianza, me he
puesto a mirar en otros diarios: La Vanguardia, Público, El Diario.es. Y en la
agencia Europa Press. Todos recogen la misma información. Para acabar de
convencerme, acudo al Boletín Oficial del Estado. Y ahí está. Noticia
contrastada y confirmada: Felipe González crea una fundación para el estudio de
su figura.
Supongamos que Bill Gates, que tiene mucha guita, decide
crear un premio de lo que sea, que lo dota de setecientos millones de dólares y
que se lo adjudica a sí mismo. Supongamos que José Ángel Biel, el clavico del
abanico, crea la figura del aragonés del año y se lo concede él a perpetuidad.
Supongamos, finalmente, que José María, ese gran estadista, crea una beca para
el español que mejor habla inglés y se la da un año a sí mismo y otro a su
querida esposa, doña Ana Bottle, la del relaxing cup of café con leche. Bueno,
pues eso es lo que ha hecho Felipe González, alias Isidoro, otrora el hombre
del traje de pana: ha creado una fundación, presidida por él y con su hija de
secretaria, para estudiarse a sí mismo.
Normalmente son los eruditos de las academias, los
profesores de las universidades y los
intelectuales quienes deciden estudiar
la figura y la obra de personajes que se consideran relevantes en la política,
la ciencia o en otras áreas del saber. No es normal que uno se crea tan
importante como para ser estudiado. Y menos que se presida la fundación para el
estudio de uno mismo. Salvo que se padezca el síndrome de Hubris, del que ya
hablé en este blog hace unos años.
Como cunda el ejemplo, no tardaremos mucho en tener la fundación Antonio, el
censor, Arrufat, en La Cerollera; en Andorra, la de Yolanda Casaus; y en Cella, el
Centro de Estudios de Sí Misma de Esmeralda Iranzo. Al tiempo.
Los tiempos de la pana
2 comentarios:
El timo de los chicos de la bufanda roja y de la chaqueta de pana sigue funcionando hoy en día; ¿por qué tengo la sensación de que esa fundación va a ser subvencionada con dinero público?
No sé si esa fundación será subvencionada con dinero público, pero desde luego el timo del Psoe cuela.
Un partido de derechas con una careta de pseudo-izquierda... y casi todo el mundo continúa fijándose en la careta y olvidando los hechos.
Publicar un comentario