Llamo arrufatadas
a las astracanadas de Arrufat en el Senado. Este parlamentario, anteriormente presidente de la Diputación,
eterno alcalde de un pueblo de cien habitantes y censor, es el claro ejemplo de
que para político vale cualquiera. En política no tienen ventaja los más listos
ni los más expertos sino los que designa el dedo de los que mandan, que suelen
ser los que aparecen en las listas, en una especie de círculo vicioso: yo mando
y me elijo para mandar. Como parlamentario, don Antonio Ernesto—así consta en
la ficha de la institución—es un desastre. No está dotado el hombre para la
oratoria. Ni conmueve, ni deleita ni persuade: su elocuencia es nula. No sirve
ni para subastador de ganado en una feria de pueblo. Pero ahí lo tienen,
haciendo el ridículo, leyendo textos que no entiende. Esto es lo
que dijo la semana pasada en una intervención en el Senado:
“Seguro que dentro del Partido Popular hay gente más cualificada que la que trabaja en el Ministerio de Industria y esto se demuestra observando los tijeretazos en los presupuestos, la ausencia de estímulos de carácter estructural que redundan en la creación de empleo y la baja participación en el PIB que es una de las causas por las que se genera desempleo”.
He separado el texto para que puedan ustedes leerlo cómodamente. Si son capaces de entender algo, les ruego que me envíen un
comentario y así podré yo enterarme de lo que cuenta el senador (o cenador, que
lo he visto comer y tiene buen apetito, especialmente cuando recorre los
pueblos en fiestas, gratis total). Por lo visto, observando unos tijeretazos en
unos presupuestos, se puede deducir que en el Partido Popular hay gente más
cualificada que la que trabaja en el Ministerio de Industria. De donde se
podría deducir que para estar más cualificado
hay que estar dentro del Partido Popular y que la gente del Ministerio de
Industria no está dentro del PP. También
hay que “observar”, según Arrufat, “la ausencia de estímulos de carácter
estructural”. Que alguien me explique cómo se puede observar la ausencia de
algo. Pero aunque se pudiera observar, yo no sabría dónde mirar porque no sé
qué es un estímulo de carácter estructural. Finalmente, no se sabe si esa
ausencia es buena o mala: por una parte, redunda en la creación de empleo, pero
por otra, es la causante de la baja participación en el PIB que, a su vez,
genera desempleo. En resumen, que la ausencia crea empleo y genera desempleo.
Seguro que dentro del Partido Socialista de Teruel hay gente
más cualificada que la que enviamos al Senado, pero como los que mandan se
eligen a sí mismos para mandar, siempre mandan los mismos. Los que cuentan
arrufatadas.
Evaristo Torres Olivas
1 comentario:
Ni Vicente Larred
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