El circuito de Alcañiz tiene un nombre muy aragonés:
Motorland. Tierra del motor. Con un par. O con un PAR. El de Biel y sus tifosi. En Aragón y en España no
diseñamos ni coches, ni motores ni nada. Que inventen ellos. Aquí a lo máximo
que llegamos es a ensamblar y pintar los coches que salen del tarro de
alemanes, franceses, italianos, japoneses y coreanos. Pero no importa; a
nuestro circuito le ponemos un nombre en inglés: Motorland. Con lo atento que
está Biel a todo, aquí se la han metido doblada. Con lo aragonés que es él, hubiera
preferido, seguramente, que se hubiera
llamado Cercuito pa corridas de autos y
amotos. O, si había que ponerlo necesariamente en inglés, qué mejor que la
traducción de las expresiones favoritas de don José Ángel: moler gordo y el
clavico del abanico—to grind thick and the little nail of the hand fan, en una
traducción de andar por casa, mejor, en todo caso, que la versión que podría
dar la alcaldesa Botella, la del relaxing cup of café con leche, o la de
Blanco, el del no listen the ask, en la presentación de la candidatura de
Madrid 2020 en Argentina—. Aunque, bien mirado, lo importante es que las
carreras de Alcañiz, como han resaltado Rudi, Biel, el alcalde Suso y otros,
las ven 300 millones de personas. Y eso, según la muletilla preferida de
nuestra presidenta de la Dipu, Carmen Pobo, es poner a Alcañiz y a Teruel en el
mapa. Efectivamente, de esos 300 millones, más de la mitad, tirando por lo
bajo, ya habrá reservado billete de avión, tren y autobús, habitación, mesa de
restaurante y excursiones para visitar Alcañiz y el resto de la provincia.
Perricas para Aragón. Esa es la moto—no sé si Moto2 o MotoGP—que nos quiere
vender Antonio Gasión en una entrevista en el Diario de Teruel del día 1 de
octubre: que de los los 6 millones de
euros que pone todos los años el Gobierno de Aragón en Motorland, se recuperan
30 en gasolineras, IVA y hostelería. ¿Cómo lo ha calculado? Por la cuenta de la
vieja. Y sin darle importancia a la afirmación de la presidenta Rudi de que aún
no tiene ningún estudio económico de base científica que permita conocer el
impacto de Motorland. ¿Para qué queremos estudios científicos, si a bulto se
hace todo mejor? El señor Gasión se ha quedado corto. Si cada uno de los 150
millones que nos visiten después de vernos en la tele se gasta un solo euro, ya
tenemos 150 millones de euros. Forrados.
lunes, 7 de octubre de 2013
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