Evaristo Torres Olivas
jueves, 14 de marzo de 2013
Si babea, bien y si no, también
“Es interesante comprobar en estos días de
sede vacante la reacción mundial. El mundo mira a Roma, tal vez más que en
otras ocasiones. Y la clave puede estar en el reconocimiento unánime de que el
Papa es la máxima autoridad moral del universo, precisamente en unos tiempos
revueltos y de zozobra moral”. Así empieza una de las columnas de Javier
Arnal en el Diario de Teruel. Ya saben, el turolense, miembro destacado del
Opus, director de la tele valenciana en Castellón, director de comunicación de
una de las visitas a España del emérito papa alemán. Y persona que me ha puesto
a caldo y yo a él. Una contestación a una columna de Arnal fue la que motivó
que el gran censor Arrufat me prohibiera escribir en el Diario. Arnal siguió
escribiendo durante el reinado de mierda de Arrufat y lo sigue haciendo en el
de Pobo. Yo en ninguno de los dos. Pero de todo eso ya han pasado más de dos
años. Arnal es forofo de muchas cosas, supongo, pero sobre todo de tres: los
papas, el PP y Juan Roig, presidente de Mercadona. Del PP y de Juan Roig
hablaremos otro día. Hoy toca papa. Es tan fan Arnal que es capaz de alabar una
cosa y su contraria: es capaz de decir que el anciano Wojtyla babeante fue todo
un ejemplo de dignidad humana al permanecer en su silla hasta la muerte; y exactamente lo mismo de Ratzinger por todo
lo contrario, por dejar la silla antes de empezar a babear. Dos caras de la
misma moneda, aclara Arnal. Su fanatismo le lleva a decir y escribir
tonterías como las que encabezan esta columna. El mundo mira a Roma, afirma. Sin
que le tiemble la voz. Y añade que existe reconocimiento unánime de que el papa es la
máxima autoridad moral, no del
mundo, no, que el mundo es muy pequeño, sino del universo. Del universo entero, con sus galaxias, sus agujeros
negros y sus espacios interestelares. Del cosmos. No le basta a Arnal con decir
que es la autoridad moral de los católicos y ni siquiera de todos, que yo
conozco a más de uno a quienes la Iglesia y los papas le parecen fantochadas y
mamarrachadas. Don Javier Arnal es el mejor ejemplo de fanático y
fundamentalista. A mí, la gente como
Arnal me da miedo, mucho miedo.
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A samugazos
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2 comentarios:
La verdad es que sí, da miedo.
El problema es, ¿cuánta gente del Opus (o de los legionarios de cristo) tiene el PP (y otros partidos) mandando en instituciones públicas?
El número no lo sé, pero si sé que son demasiados. Sí, aunque fuera uno, sería demasiado, pero no lo digo por eso: hay bastantes, tirando por lo bajo.
Por mucho que se metan con otras religiones (al menos, o en ocasiones, de boquilla), el fanatismo católico no se queda atrás. Por desgracia, han aprendido a ser igual de fanáticos que antes pero sabiendo pasar desapercibidos y colándo los goles, en buena parte, con disimulo. Así va medrando esta lacra social.
Por cierto, supongo que caerá visita de Jorge Mario (ahora "Francisco", ¡qué manía de ponerse nombre de guerra!) más pronto que tarde y con cargo al erario.
Eso sí, creo que aún ahorraremos unos dineros a pesar de todo ya que no ha salido el alfambrino ni ningún otro ibérico.
Prefiero no pensar en los desfalcos y en las raciones suplementarias de Papa-Tv que nos hubieran caído.
A ver si se les pasa el arroz de papables... por la cuenta que nos trae.
Fanático y falsario. Porque calificar de autoridad moral al jefe de una institución minada por los escándalos económicos y sexuales, es cosa de mentirosos o de gilipollas.
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