Parados y gánsteres

Se me revuelven las tripas cada vez que voy a las manifestaciones y veo a los mandamases  del PSOE de Teruel. A los que cuando gobernaban nunca aparecían y ahora gritan como posesos pidiendo las mismas cosas que pedíamos cuando estaban ellos en el poder. Exactamente las mismas. Se mueven única y exclusivamente por intereses personales. Se trata de quitar del medio al PP para instalarse ellos y hacer exactamente lo mismo que el PP.  Ver a Mayte Pérez agarrando la pancarta me produce asco, náuseas, ganas de echar la pota. Hace falta tener muy poca vergüenza y tener muy poca ética para encabezar una manifestación agarrada a una pancarta con el lema Contra el paro 6 millones de razones, cuando cinco largos de esos 6 millones de parados lo fueron con el nefasto gobierno de Zapatero y sus mariachis. Pero ahí estaban, aparte de Mayte, Morro, Piñeiro, José Luis López, Larred, con pinta de gánster de película de bajo presupuesto, y mi enemigo del alma, el censor Arrufat, de quien prefiero no decir de qué tiene pinta, para no convertir esta columna en un estercolero. A quien no vi fue a Guillén ni a Velasco (seguramente estaría visitando el territorio en su coche oficial, para justificar las cantidades vergonzosas que cobra en dietas). Me llama mucho la atención  lo educados que somos los ciudadanos que asistimos a esas manifestaciones: cuando mandaban los socialistas y éstos no acudían a las manifestaciones pero sí los del PP, gritábamos consignas contra Zapatero y sus Gobierno. Ahora que no acuden los del PP, ponemos a caldo a Rajoy. Será por no herir las sensibilidades ni los corazoncitos de los pobrecitos militantes de esos partidos. La realidad es que PP y PSOE la misma mierda es. Y me cuesta entender cómo los dirigentes de otros partidos de izquierda, de los sindicatos y de los movimientos sociales que asistieron a esa manifestación el pasado domingo, no se niegan a desfilar por las calles agarrados a la misma pancarta que Mayte Pérez y José Ramón Morro. No solamente por ellos, que no dejan de ser unos simples dirigentes de tercera o cuarta que viven de la política sin aportar nada, sino por representar al partido que es responsable del noventa por ciento de los seis millones de parados que figuraban en  la pancarta. Es como si desfilaran al lado de Botín para protestar por los abusos de la banca.

Evaristo Torres Olivas

 Mucha Mayte y mucho Morro

 

 El ayatolá de la libertad de expresión

Don Vito, más que miedo, da risa