“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 1 de enero de 2013

Mi mejor deseo para el 2013

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy en día,y hablando solamente de política para no liarla aún más, ¿en quién se puede confiar?

Anónimo dijo...

Pues tanto hoy en día como siempre, si miras la Historia sin ningún prejuicio, no se puede confiar en nadie.

El intento de agrupar a las personas bajo etiquetas ideológicas, partidos, etc... no sirve, prácticamente nunca, a los intereses -generales- de la mayoría de la población.
Cada persona es una opinión, una "ideología", que si bien puede llegar a ser lo suficientemente similar a la de otra persona, siempre hay diferencias. Siempre hay, también, discrepancias. Y, a la hora de actuar, siempre unos criterios se acaban aplicando y otros no.
Por ello, la manera de decidir qué hacer con lo común, debe ser mediante acuerdos entre toda persona, entre toda la población. En la práctica, entre toda la población que esté dispuesta a ejercer su derecho a decidir sobre los asuntos comunes.

Mientras unos manden y otros obedezcan los primeros harán siempre lo que les dé la gana.

Si observamos las medidas que ha tomado el gobierno del PP o las que tomó el gobierno del Psoe, ¿cuántos de sus votantes hubieran apoyado, por separado, cada una de esas medidas? Probablemente, muy pocos. Es decir, una minoría, a través de las urnas, se ha impuesto a la mayoría.

Cara a cara, en una asamblea, ¿cuánta gente tendría el valor de proponer recortar, p. ej. la Sanidad de todos -que no pública-? Probablemente, nadie. Y aunque alguien lo hiciera, los demás impedirían que semejante sandez saliera aprobada.
Porque la gente, cuando mira por sus intereses y no por los intereses que hacen pasar por suyos los gobiernos, hace que cambie el cuento de arriba a abajo.

No hay que confiar ni delegar, sino dialogar, actuar y transformar.

juan dijo...

Bien de acuerdo, no hay que delegar. Obviando la falta de cultura asamblearia ¿cómo llegamos a imponer a las élites que sean asambleas populares las que decidan? No veo otra forma que no sea a base de poder popular, de organización, de ideología y sobre todo de práctica.
El antiguo carné de la CNT decía ""tenemos la razón, consigamos la fuerza para imponerla". En eso estamos algun@s.

Anónimo dijo...

De acuerdo, si no hay contradicción entre ambas cosas.