Evaristo Torres Olivas
jueves, 17 de enero de 2013
La burocracia
Cuando se habla de burocracia, todos pensamos en las
oficinas públicas en las que un funcionario rancio y mal encarado nos manda de
un sitio para otro para, después de perder dos horas, no solucionar nada y
tener que volver al día siguiente. O resignarse y aceptar que el problema se
convierta en crónico y no se resuelva nunca. No estoy hablando de casos
hipotéticos. A mí me ha pasado muchas veces en mi vida. Le voy a contar los más
recientes: mis experiencias con la burocracia del INAEM. Estoy inscrito en las
oficinas del INAEM como demandante de empleo. En los últimos cinco años, el
único trabajo que me han proporcionado fue una sustitución en la oficina de
turismo de Cedrillas. De eso no me quejo: si en Teruel no hay trabajo para los
jóvenes, difícil lo tenemos los de cincuenta y tantos. De lo que sí me quejo es
de la burocracia: en el ordenador tienen mi currículum; saben que he sido
director de recursos humanos en varias empresas, que hablo francés e inglés.
Todo inútil. Durante estos años, me han enviado cartas para que asista a cursos
elementales de francés y de inglés. Eso cuando mandaba el PSOE. Con el PP, hace
un par de semanas, volví a recibir otra carta: esta vez para asistir a un curso
elemental de recursos humanos. De nada sirve ir al INAEM y quejarse; el
funcionario siempre te responde lo mismo: que se pide un listado al ordenador y
este lo confecciona, como si el ordenador fuese un ente dotado de personalidad,
autonomía e identidad propias. Pero es
que, además, la carta que envían no es para sugerirte el curso. No. Se trata de
una amenaza: o te presentas el día y a la hora que te indican, o te expones a
perder todos los derechos que te pudieran corresponder. Con lo que tengo que
dedicar una mañana para desplazarme a Teruel, acudir al centro de formación o a
la academia de idiomas y decirles que si es para aprender lo de my tailor is rich, allons enfants de la
Patrie, o para que me expliquen los conceptos de una nómina, pues mejor me
quedo en mi casa. Amablemente, me contestan que no me preocupe y me sellan la
carta en prueba de que me he presentado. Claro que, para no conseguir
nada, he tenido que gastar mi dinero en
gasolina y mi tiempo. Ahora ya no me quejo. Lo acepto como algo crónico. ¿Qué será
lo próximo que me ofrecerán? ¿Columnista sin sueldo en el Diario de Teruel?
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A samugazos
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5 comentarios:
No es una respuesta válida la del funcionario, me refiero a lo de que "el ordenador lo confecciona". Debe de informar del criterio que sigue el ordenador y en que norma se basa. Si no lo sabe él, alguien del INAEM tiene que conocerlo. El interesado tiene derecho a que se le informe sobre el tema.
Un funcionario que está tramitando un determinado asunto tiene el deber de conocer las normas que lo rigen. Aunque la culpa tal vez no sea de él, sino el que lo ha puesto allí.
Taylor, con y griega.
Definition of tailor:
a person whose occupation is making fitted clothes such as suits, trousers, and jackets to fit individual customers.
Spanish translation of tailor:
sastre
Taylor is tailor.
Taylor is a tailor.
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