“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 16 de enero de 2013

La autoridad

Mucho se ha hablado de la entrevista de Hermida al rey. Que si más que una entrevista  era un publirreportaje. Lo era. Que si de los 22 minutos que duró la entrevista, quince los consumió Hermida. Así fue. Que si lo de Hermida no tiene nombre, con tanto baboseo de señor, majestad y otras chorradas. Cierto. Yo, a un tío de mi edad o que me trata de tú, le contesto de la misma manera. Que si el poco o mucho prestigio que pudiera tener don Jesús (Hermida), lo perdió accediendo a una entrevista amañada, en la que no solamente se  le prohibió preguntar sobre los elefantes africanos y el marido de la chica, sino que se editó, se repitieron cuantas veces fueran necesarias las respuestas del rey,  se cortaron los planos, se insertaron vídeos, etc. Así fue. Hermida, en poco más de 20 minutos, fue capaz de enseñarnos todo lo que nunca debe hacer un periodista. Que si el “juntos podemos” pronunciado por el rey es un burdo plagio del yes, we can de Obama. Verdad.  Pero apenas se ha hablado de algo que para mí es lo más destacado: la falta de autoridad del rey. No me refiero a la autoridad coactiva, a la del guardia civil con pistola o a la del padre que impone su criterio a hostia limpia. De esa autoridad del ordeno y mando, de la jerarquía castrense o del modelo familiar machista no quiero saber nada. La autoridad de la que hablo es la del respeto que se le tiene a ciertas personas porque destacan en un campo del saber, por su trayectoria ejemplar. Es el respeto a la autoridad de un profesor que supo hacernos amar una asignatura, al médico que curó a un familiar desahuciado, al político que cumple sus compromisos, sean cuales sean las circunstancias. Decimos que un profesor es una autoridad en su asignatura, un médico, una autoridad en su especialidad y un político, una autoridad moral. Por eso los respetamos. El rey, sin embargo, no es una autoridad en nada. Intelectualmente es muy limitado: su discurso es elemental; su trayectoria, y no solo por los elefantes, es de todo menos ejemplar. Una autoridad es alguien a quien percibimos como un ejemplo, un guía, un modelo. Y el rey no es ni ejemplo, ni modelo ni guía.

Evaristo Torres Olivas

3 comentarios:

Ariadna dijo...

Verás. Yo hice un firme propósito de ver la entrevista, en podcast, y me resultó imposible terminar por varias razones:
1- El arreglo-amaño de la entrevista. Se nota que volvemos al pasado más rancio.
2-Tanto baboseo por parte de Hermida me indignó sobremanera. Un tratamiento trasnochado e igual que reverencial hasta en la postura del periodista.
3- El derroche de verbo en la boca del rey: PATÉTICO.
4- El contenido de las respuestas: como el de los políticos de los que nos quejamos,es decir, NULO, "hemos hecho cosas...ha habido cosas....se han hecho muchas cosas....muchas cosas quedan por hacer". Sin concretar nada.
Resumiendo: después de mucho esfuerzo por mi parte y bastante mala leche, me quedaría dormida sobre el minuto 12.
Mi valoración:INFUMABLE

Abogado dijo...

Yo no quise verla. Sabía que todo era propaganda de dicha institución.Y estoy hasta los mismos...de que se diga que gracias al rey se hizo la transición, que el 23 de febrero abortó el golpe de Estado(salió a la 1´30 de la madrugada cuando la toma del congreso fue a las 6´30 de la tarde)¿Porqué no salió a las 7 de la tarde? Este pais está lleno de tontos.

Anónimo dijo...

Muy de acuerdo con todo