“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

jueves, 13 de diciembre de 2012

La optimización de los recursos

La Coca- Cola, esa empresa fabricante del brebaje negro del mismo nombre, hace años que debería anunciar en las etiquetas de sus productos que, al igual que el tabaco, perjudica seriamente a la salud. Y no solo por el alto contenido en azúcar. Sin embargo, esta empresa lleva muchas décadas asociando su matarratas con la salud y el deporte. “La chispa de la vida” es el lema que ha incrustado en nuestros cerebros con su publicidad machacona. Ahora ha lanzado una variación de la chispa: en un suplemento dominical leo un anuncio a toda página en el que se nos dice que la pócima de cola es “la chispa de la hidratación”. Y por si no hubiera quedado claro, lo repiten diciendo que “the Coca-Cola Company” lleva hidratando al mundo desde 1886. No es necesario ser un experto en economía, ecología o agronomía para darse cuenta de que esas afirmaciones son una mentira descomunal. La Coca-Cola es agua con azúcar, sal, CO2 y poco más. Para tan poca cosa, piensen en los recursos que se emplean en la  fabricación de  las botellas de plástico o las latas de aluminio,  en el etiquetado,  el transporte a los puntos de venta, la recogida y reciclaje de los envases (si es que no van a parar a basureros incontrolados o a los ríos y al mar). Y piensen también en los litros de agua necesarios para producir un solo litro de brebaje negro: riego de la caña de azúcar, lavado de envases y otros usos en el proceso de fabricación. Sin ser experto, creo no equivocarme si afirmo que para producir un litro de Coca-Cola se gastan/malgastan varios decalitros de agua.  Lo mismo sucede con el agua embotellada, que aunque no tiene los  efectos perjudiciales para la salud que tienen los refrescos azucarados, también consume inútilmente muchos recursos. En lugar de embotellar agua, deberían modernizar las redes públicas de abastecimiento y mejorar la calidad del agua que sale por nuestros grifos. Se consumirían menos de la mitad de los recursos. ¡Para que luego digan que la iniciativa privada y la libre competencia garantizan la óptima asignación de los recursos! Claro, que si le preguntamos a los que dirigen “The Coca-Cola Company”, nos dirán que su sueño es que su chispa de la vida fluya por las cañerías de nuestras casas para que lavemos, cocinemos, nos duchemos y nos hidratemos con su porquería. Instalando un contador, claro está.

Evaristo Torres Olivas


 

3 comentarios:

Trallero dijo...

La Coca-cola también tiene su lado bueno; combinada con ron está de vicio y para desatascar cañerías no hay otra.

Anónimo dijo...

Por desgracia, también soy persona consumidora ocasional de coca-cola, siempre mezclada... pero el artículo tiene toda la razón: esta multinacional es una peste mundial (¿cuál no?, también...).

En Colombia llegaron a matar a varios sindicalistas, no sé si se podrá encontrar todavía en internet.

Aunque igualmente lo harás, no lo publiques, Evaristo, si ves que no puedes comprobarlo.
Yo lo leí, pero no dispongo ahora de la documentación.

Anónimo dijo...

Por desgracia, también soy persona consumidora ocasional de coca-cola, siempre mezclada... pero el artículo tiene toda la razón: esta multinacional es una peste mundial (¿cuál no?, también...).

En Colombia llegaron a matar a varios sindicalistas, no sé si se podrá encontrar todavía en internet.

Aunque igualmente lo harás, no lo publiques, Evaristo, si ves que no puedes comprobarlo.
Yo lo leí, pero no dispongo ahora de la documentación.