“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 12 de diciembre de 2012

La marca España

Vamos mal, muy mal. Rematadamente mal. A veces,  me pregunto si tenemos arreglo. Al pueblo le piden sacrificios, apretarse el cinturón, austeridad. Trabajar más y cobrar menos, decía Díaz Ferrán. El mismo que ha sido enchironado por un presunto delito de alzamiento de bienes. Y este elemento (¿habría que decir presunto señor, por si acaso?) era el presidente de la CEOE, la entidad que representa a los empresarios. Manda huevos.  Vaya manera de dar ejemplo. Como tampoco da mucho ejemplo otra institución que dicen algunos que es modélica: la monarquía.  Y no solamente por cazar dumbos en África, sino por los presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude a la Administración y falsedad documental del marido de la hija, del duque consorte de Palma.  Casi nada. Si mañana una de mis hijas me dice que se ha comprado un piso de 45 metros en el centro de Madrid, lo primero que hago es someterla a un interrogatorio riguroso, enchufándole un flexo directamente a los ojos y poniendo voz de poli malo: ¿De dónde has sacado las perras, a que te has comprometido, en cuántos años lo vas a pagar? Pues los padres de la chica, los reyes, por lo visto no le hicieron ese tipo de preguntas cuando se enteraron de que se había comprado un palacete en Pedralbes, la zona de la gente de Barcelona podrida de dinero. Y tampoco los informadores del rey, que son muchos y buenos, le informaron de los negocios del yerno en Valencia y Baleares. O tal vez sí se lo dijeron pero el rey,  que tiene un curro que le ocupa muchas horas, tuvo que atender  otros asuntos que eran más urgentes en estos tiempos de crisis. No debemos olvidar que la misión principal de nuestro rey es la de vender la marca España y eso ocupa mucho tiempo, 24 horas al día, 365 días al año. Para que se hagan una idea, nuestro alcalde Blasco me dijo una vez que su papel en el Senado era el de comercial, vender Teruel en Madrid; y Teruel solamente es una de las 50 provincias españolas de las que tiene que ocuparse don Juan Carlos. Si Blasco, con dirigir el ayuntamiento de la capital de provincia menos poblada de España y vender una de las provincias con menos habitantes, apenas tiene tiempo para sus cosas, imaginen la carga de trabajo de su majestad el rey don Juan Carlos I. No le queda tiempo para dar ejemplo y meter en vereda a los yernos presuntos delincuentes, los que junto a Díaz Ferrán, Carlos Dívar y otros, dañan la marca España.

Evaristo Torres Olivas
 

No hay comentarios: