“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 6 de noviembre de 2012

Las críticas y la envidia

Hace unos días estuve tomando una cerveza con una política a la que he criticado en este blog. Me decía la señora, quiero creer que con ingenuidad dada su bisoñez en política, que las críticas han de ser constructivas. Y de eso voy a hablar hoy, del oxímoron de las críticas constructivas. Hablar de crítica constructiva es una tontada equiparable a la de hablar de envidia sana. ¡Cómo va a ser sano desear lo que no se tiene o lo que posee el vecino! Yo la única crítica constructiva que admito es que versa sobre arquitectura y demás artes de la construcción, al igual que la crítica literaria lo es sobre literatura y la de arte sobre pintura, escultura y otras manifestaciones. La crítica, verse sobre lo que verse, ha de ser simplemente crítica, ni constructiva, ni destructiva, ni amable ni borde: la manifestación de lo que el lector, espectador, oyente, piensa sobre lo que ve, lee y escucha. Y cuando se ejerce sobre ciertos asuntos, como el circo de la política, en el que los payasos y malabaristas se dedican a ocultar, mentir, tergiversar y difamar, la crítica ha de concentrarse en los aspectos negativos, en el lado oscuro o, como dice Verbitsky en la cita que encabeza este blog, “ver y decir el lado malo de cada cosa, que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”. La crítica, la opinión, ha de ser un contrapeso a la propaganda de los partidos, de los poderes fácticos y de los que controlan el ventilador de propagar las ideas de los poderosos. Un contrapeso relativo, ya que la desproporción entre la potencia de los altavoces de unos y otros es enorme. La crítica es apenas un picotazo de mosquito en el culo de un elefante o una cagada de mosca en un paisaje nevado.  Pizarro ha venido a Teruel hace unos días y ha aparecido en todos los medios, con varios artículos en el Diario de Teruel, otro tanto en el Heraldo, comentarios  en la televisión y en las radios. Y eso que sus palabras tenían poca sustancia; pero no importa, se trata de  impactos propagandísticos para sostener  el sistema capitalista. El contrapeso, la cagada de mosca, y el picotazo de mosquito en el trasero de esos paquidermos se ha tenido que recluir en algún foro y en algún blog de internet como este que leen solamente Maroto y su primo el de la moto.

Evaristo Torres Olivas  
¿Envidia sana?

2 comentarios:

Teruelandia dijo...

Para mí, una crítica argumentada y sin ánimo de ofensa es constructiva.
Decir que todas las críticas son iguales me parece algo disparatado y simplista. La intención, el tono, el lenguaje, etc. utilizados son matices muy significativos que no pueden ignorarse. Creo...
Saludos

Anónimo dijo...

Pues yo lo leo y no soy ni vecino de Maroto. Además, me gusta su estilo.