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“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino
Las críticas y la envidia
Hace unos días estuve tomando una cerveza con una política a
la que he criticado en este blog. Me decía la señora, quiero creer que con
ingenuidad dada su bisoñez en política, que las críticas han de ser
constructivas. Y de eso voy a hablar hoy, del oxímoron de las críticas
constructivas. Hablar de crítica constructiva es una tontada equiparable a la
de hablar de envidia sana. ¡Cómo va a ser sano desear lo que no se tiene o lo
que posee el vecino! Yo la única crítica constructiva que admito es que versa sobre arquitectura y demás artes de la construcción, al
igual que la crítica literaria lo es sobre literatura y la de arte sobre
pintura, escultura y otras manifestaciones. La crítica, verse sobre lo que
verse, ha de ser simplemente crítica, ni constructiva, ni destructiva, ni
amable ni borde: la manifestación de lo que el lector, espectador, oyente,
piensa sobre lo que ve, lee y escucha. Y cuando se ejerce sobre ciertos
asuntos, como el circo de la política, en el que los payasos y malabaristas se
dedican a ocultar, mentir, tergiversar y difamar, la crítica ha de concentrarse
en los aspectos negativos, en el lado oscuro o, como dice Verbitsky en la cita
que encabeza este blog, “ver y decir el lado malo de cada cosa, que del
lado bueno se encarga la oficina de prensa”. La crítica, la opinión, ha de ser
un contrapeso a la propaganda de los partidos, de los poderes fácticos y de los
que controlan el ventilador de propagar las ideas de los poderosos. Un
contrapeso relativo, ya que la desproporción entre la potencia de los altavoces
de unos y otros es enorme. La crítica es apenas un picotazo de mosquito en el
culo de un elefante o una cagada de mosca en un paisaje nevado. Pizarro ha venido a Teruel hace unos días y
ha aparecido en todos los medios, con varios artículos en el Diario de Teruel,
otro tanto en el Heraldo, comentarios en
la televisión y en las radios. Y eso que sus palabras tenían poca sustancia;
pero no importa, se trata de impactos
propagandísticos para sostener el
sistema capitalista. El contrapeso, la cagada de mosca, y el picotazo de
mosquito en el trasero de esos paquidermos se ha tenido que recluir en algún
foro y en algún blog de internet como este que leen solamente Maroto y su primo
el de la moto.
Evaristo Torres
Olivas
¿Envidia sana?
2 comentarios:
Para mí, una crítica argumentada y sin ánimo de ofensa es constructiva.
Decir que todas las críticas son iguales me parece algo disparatado y simplista. La intención, el tono, el lenguaje, etc. utilizados son matices muy significativos que no pueden ignorarse. Creo...
Saludos
Pues yo lo leo y no soy ni vecino de Maroto. Además, me gusta su estilo.
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