Evaristo Torres Olivas
viernes, 19 de octubre de 2012
Salarios(III)
Veamos ahora al tercer grupo de políticos para los que sí es
necesario que tengan un salario y que este sea digno. Me refiero al de los
profesionales—abogados, economistas, ingenieros, profesores, médicos,
autónomos, pequeños empresarios, artesanos, artistas—con un reconocido historial de éxitos, que
deciden durante un tiempo poner su experiencia y conocimientos al servicio de
la gestión de lo público. Hablamos de personas que no son ni rentistas, ni
hijos de grandes empresarios, ni herederos de grandes fortunas; personas que
dependen de su trabajo para la subsistencia, que no pueden estar cuatro años
sin cobrar para dedicarlos a la política. Como ven, al hablar de reconocido historial de éxitos se excluiría a gente como Guillén, Pobo, Blasco,
Pérez, etc. Estos, por no tener no tienen ni historial profesional y si alguno
lo tiene es de fracaso y no de éxitos. ¿Puede una persona que no ha sido capaz
de gestionar una empresa familiar hacerse cargo del ayuntamiento de una ciudad?
¿Se puede dirigir una diputación con el único antecedente profesional de un
título de auxiliar de guardería y una corta experiencia en un centro infantil
de un pueblo? ¿Se puede ser dos veces diputado nacional y dos veces senador con
el único antecedente de estar un corto periodo de tiempo como secretario de un
pueblo de menos de mil habitantes? ¿Se puede ser diputada autonómica y
pretendiente a alcaldesa de una capital de provincia con una experiencia
profesional previa que no destaca en nada? La respuesta es que estas personas
no deberían ocupar esos puestos. La realidad es que sí los ocupan. Y ese es uno
de los principales problemas que tenemos en España: que para barrer la pista de
aterrizaje de un aeropuerto exigimos un doctorado en ingeniería aeronáutica o
para ser chofer de una furgoneta de reparto un máster en logística, y para ser
diputado, senador, alcalde de una capital de provincia o presidenta de una
diputación, con las cuatro reglas van que chutan. Y en algunos casos, si
siquiera eso: con dos reglas, restar y dividir, es suficiente. Restar
credibilidad a la política (que debería ser una actividad noble); y dividir y
encabronar a los ciudadanos con su ignorancia.
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A samugazos
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2 comentarios:
Todo lo que dices se resume en listas abiertas. Porque ¿no pretenderás instaurar un Comité de Selección de Candidatos a Políticos?
Curiosamente "candidato" viene de "candido"; inocente.
Las listas abiertas supondrían un gran avance. Pero no es suficiente. Además sería necesario la celebración de primarias en los partidos, donde pudieran votar militantes y simpatizantes.También una limitación de mandatos para cargos públicos. Y en cuanto a lo del comité de selección, no es que pretenda instaurarlo: ya está; todos los partidos tienen su comité de listas. El problema es que proceden a elegir candidatos en función de su pertenencia a las familias internas y no de la formación y experiencia de las personas. En definitiva, de lo que se trata es de que en una democracia de verdad, todos los que intervienen en el proceso se rijan por principios democráticos. Y los partidos, elementos esenciales en una democracia representativa como la nuestra, no son ni democráticos ni transparentes.
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