Supóngase usted

La expresión del título no es de mi cosecha: esas palabras, tal cual,  las pronunció Rajoy nada menos que dos veces en la mierda de entrevista del lunes en la televisión pública. Esa televisión que pagamos entre todos y que los peperos han vuelto a convertir en máquina de propaganda apenas unos años después de la reforma del Ente por el Gobierno de Zapatero (una de las pocas cosas que hicieron bien los sociatas obreretes españoletes). Cada vez que escucho a Rajoy tengo la sensación de que se me ríe en la cara. Le importa todo un huevo. Le hacen una pregunta y el tío larga y larga para no decir nada. El arte del desprecio al ciudadano. Nos estuvo durante mucho tiempo tocando las narices con el mire usted, y ahora, con la nueva temporada, nos viene con el nuevo latiguillo de supóngase usted.  Escuchándolo me vinieron a la memoria las palabras de Antonio Gala en una entrevista en El País del 11 agosto: “Da la impresión de que este país está gobernado por una colección de tontos que se han reunido para jugar a algo, a las cartas, o al dominó, y no saben las reglas. Y luego está el pobre Rajoy, que a mí siempre me dio risa, pero ahora me da pena porque no sabe qué hacer. La verdad es que estamos gobernados por una pandilla de gilipollas”. Yo también creo que estamos gobernados por una panda de gilipollas pero a mí no me dan pena ni me producen risa sino que me sumen en la tristeza y el miedo. El presidente de mi país, en una situación de crisis, con demasiados millones de parados, aparece en una televisión amañada, con periodistas amaestrados, y no es capaz de sentir ningún remordimiento de ningún tipo, reconoce que lo que está haciendo no se parece en nada a lo que aparecía en el programa electoral de su partido pero en lugar de disculparse o de dar una explicación se pone chulo como diciendo soy el presidente y hago lo que me sale de los cojones. Seguramente, al término de la entrevista, sus asesores le habrán felicitado porque los políticos eligen como asesores a los más pelotas, a los que se ajustan a lo que ellos piensan. Y como consecuencia de esa endogamia, tenemos a los gobernantes inútiles que tenemos y al país hecho una mierda. Supóngase usted.

Evaristo Torres Olivas

Rajoy de niño. Supóngase usted lo que quiera pero a mí esta foto ya me da mal rollo.