Como un niño

Imaginen que ustedes van a un cine y en la entrada se encuentran con un cartel en el que se lee: CINE PARA ADULTOS. Y debajo, el siguiente texto: SE PROHÍBE LA ENTRADA A MENORES DE OCHO AÑOS. Seguramente pensarán, con toda la razón, que los autores de semejante aberración o nos están tomando el pelo o son más tontos que el que asó la manteca. Pues lo mismo se puede pensar de nuestras autoridades municipales de Teruel. El cartel que se muestra al final de esta columna lo fotografié en el Tozal durante la pasada Vaquilla. No se pueden anunciar unas vaquillas infantiles y debajo prohibir la participación a los menores de dieciséis años. A no ser que no me haya enterado yo, y el alcalde y los concejales ignorantes del PP hayan votado en pleno que en Teruel la infancia comienza a los dieciséis años. De esta gente, cualquier cosa. Solamente hay que escuchar el discurso de don Manuel Blasco en la iglesia de San Pedro durante las pasadas fiestas de Teruel. Vergonzoso. No se pone nervioso por demostrar a cada línea su ignorancia. Manolo Blasco es un hombre inculto, incompetente para cualquier otra cosa que no sea ir en procesión, tocar el Campanico y decir queda inaugurado este pantano. Y con ese bagaje, no solamente es alcalde de Teruel sino también senador, que aún es peor, porque en el Senado no se hacen procesiones, ni se tocan campanicos ni se inauguran pantanos. Don Manuel se va a Madrid en AVE desde Zaragoza o desde Calatayud, a gastos pagados y sueldazo todos meses, y se dedica a dormitar en el escaño, porque para ninguna otra cosa está capacitado. Una vez le pregunté a don Manuel qué pintaba en Madrid y me contestó que su papel era ejercer de comercial para vender Teruel en Madrid.  A la vista de los resultados, se puede afirmar que ha tenido tanto éxito como un vendedor de jamones en Marruecos. Pero a don Manuel le da todo igual, no se molesta por nada. Es feliz creyéndose importante. Tan feliz que se ha montado sus propias vaquillas ensogadas infantiles para mayores de 16 años. Es como un niño.

Evaristo Torres Olivas