Evaristo Torres Olivas
jueves, 7 de junio de 2012
La religión
En una revista literaria leo la publicidad para promocionar un libro. Debajo de la foto de la portada, el siguiente texto: “Incluso si la religión no fuera cierta, ¿podríamos beneficiarnos de una parte de ella? ¡Vaya descubrimiento! En el caso de la religión católica son muchos, entre papas, cardenales, obispos, curas, monjas, frailes y sacristanes, que sabiendo que no es cierta, llevan dos mil años beneficiándose. Además, el autor de ese texto publicitario formula mal la pregunta porque dice la religión y no las religiones. Hay cientos de religiones y de variantes de cada una de ellas. Y el rollo patatero que nos largan los capitostes de cada una es que solamente la suya es verdadera y todas las demás, un engaño. Supongamos que la verdadera es la de Rouco, la católica, apostólica y romana. De ser así, los españoles tenemos mucha suerte porque tenemos cerca a Rouco y nos recuerda que la única religión verdadera es la que él nos enseña. Y tenemos miles de catedrales e iglesias en las que adorar a Dios, a su Hijo, a su Padre José y a su madre María, a la palomica del Espíritu Santo, a todos los ángeles y arcángeles, a los santos y cuerpos celestiales. Pero el que nace en Arabia Saudí lo tiene jodido. Allí no predica Rouco sino otros jefes religiosos que anuncian con mucha convicción que la única religión verdadera es la de Alá y su profeta Mahoma. ¿Por qué una persona nacida en Arabia tiene tan difícil conocer al Dios verdadero de la religión verdadera del verdadero Rouco? Cuando un musulmán golpee la puerta de San Pedro, ¿lo recibirán con los brazos abiertos o lo mandarán directamente al averno por practicar una religión falsa? Que me manden a mí al infierno lo veo justo porque habiendo tenido la oportunidad, gracias a Rouco y sus subordinados, de conocer al Dios verdadero, he renunciado a Él y me he metido yo solo en el pozo negro. Pero que condenen a un pobre musulmán al castigo eterno me parecería motivo suficiente para pensar que la religión católica, apostólica y romana tampoco es la verdadera.
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A estacazo limpio
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1 comentario:
No te preocupes, Evaristo, que ya te haré compañía en la caldera de Pedro Botero. Pero, no tengas prisa y sigue cascándole a la bicicleta, perillán.
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