La mala educación

En la nueva ejecutiva o como se llame el invento de Mayte Pérez, en esa en la que hay dos secretarios generales adjuntos, también figura María José Izquierdo. Nada menos que de secretaria de Educación y Juventud. Pero lo curioso es que doña María José ni es joven ni tiene mucha educación. Ni de la que se adquiere por medio de la acción docente ni de la otra, la que consiste en conocer y practicar las reglas de cortesía y urbanidad. Hasta hace un mes, solamente conocía a la señora Izquierdo por sus tan abundantes como mediocres cartas al director del Diario de Teruel. Firmaba sus cartas como secretaria de Fapar Teruel, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos y Alumnas de Aragón (¡vaya con el nombrecito!). En marzo de 2010, doña María José escribió un comentario elogioso en este blog.  Hace un mes conocí en persona a la señora Izquierdo. En un acto, Mujer y periodismo, celebrado en el Colegio Mayor Pablo Serrano. En ese encuentro, en el que había casi tantos ponentes como asistentes, la señora Izquierdo arremetió contra mí, y todo porque  comenté que en el Diario de Teruel se ejercía la censura y que a mí el censor Arrufat me había expulsado. Negó que me hubieran echado—dar puerta dijo ella—y se inventó que yo me había ido voluntariamente. Después se marchó. Pregunté a una de las periodistas y me aclaró que la persona que se acababa de ir era doña María José Izquierdo, y que ese comportamiento era habitual en ella. ¡Qué mal educada!, pensé. Se inventa una historia, me la lanza a los morros y se va. Cuando hace unos días me entero por la prensa de que ha sido elegida secretaria de Educación y Juventud del PSOE de Teruel, entendí por qué había estado tan agresiva en la charla del Pablo Serrano. ¡Vaya usted a saber qué milongas sobre mí le habrán contado en el partido los guillenes, arrufates y pereces! Resulta curioso que en una mesa debate sobre periodismo, en la que se habló de contar la verdad, de atenerse a los hechos, de contrastar la información, doña María José se comportara como los tertulianos y tertulianas de los programas de telemierda.
 

Evaristo Torres Olivas