“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

martes, 6 de marzo de 2012

La pequeñez de los censores

Hace días que no hablo del censor Arrufat y eso no puede ser. Me fijé el objetivo de recordar en este blog al alcalde vitalicio de la Cerollera, pésimo presidente de la Diputación Provincial de Teruel y senador que pasará a la pequeña historia de Teruel sin pena ni gloria, ni fu ni fa. Sí, acaso se le recordará, y ese es mi deseo, por ser el censor de un periódico pagado con dinero público, el Diario de Teruel. Yo haré todo lo posible por difundir el mensaje siempre que tenga la ocasión. Esta columna sobre Arrufat ha surgido de la lectura de un artículo de opinión en el Heraldo de Aragón, escrito por Ángel Cristóbal Montes. No es que le tenga demasiada simpatía a don Ángel que, cuando yo asistía a sus clases hace mil años, era un buen profesor y un rojo del PSOE,  combativo y valiente y después se pasó al PP. A mí ese tipo de virajes no me generan mucho entusiasmo aunque bien mirado, entre el PSOE actual y el PP no hay demasiadas diferencias. También es cierto que don Ángel es un pepero raro, de los pocos que llaman a Franco dictador y capaz de pronunciar frases como esta: “Jamás volveré a odiar políticamente a una persona como había odiado al general Franco”. También se atreve a llamar al expresidente socialista Marraco, “astuto político montañés, el gañán del Pirineo” y del cellano pepero Lanzuela piensa que irrumpió  “sin carisma político alguno y sin tarea cumplida de ninguna especie”. Pues bien, en el mencionado artículo de opinión, titulado Escribir en conciencia política, dice cosas que a mí me parecen muy sensatas. Y es que don Ángel es un señor culto. Cito: “Escribir lo que en cada momento exige tu conciencia política,…. puede ser un ejercicio arriesgado y conflictivo, pero estoy seguro de que es la mejor contribución que podemos hacer aquellos que ….estamos en condiciones de  aportar unas gotas de racionalidad al necesario proceso de cristalización de una opinión pública…responsable, crítica, informada y decisoria. Si alguien no lo entiende es su problema y su pequeñez.” La palabra pequeñez es la que me inspiró para escribir esta columna dedicada a don Antonio Arrufat. Un  político pequeñito. Insignificante.

Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

Abogado dijo...

A mí también me dió clases de derecho civil en 3º y ha sido el mejor profesor que he tenido. Pero en política la cosa es distinta. Se cabreó ya que la ejecutiva del Psoe eligió a Marraco antes que a él para candidato a la presidencia de la D.G.A., y dió un bandazo. La verdad es que no había color entre uno y otro pero Marraco estaba con la cúpula del partido y lo eligieron a él. Angel Cristobal Montes es muy inteligente.