Reconozco que soy un ingenuo. Me dije: Zapatero, pese a todo, es un tío honrado. Le ha salido mal la cosa, no ha sabido o no ha podido lidiar con la crisis, pero tenía buenas intenciones y es realmente un hombre de izquierdas. Y una mierda. Como un flan. Zetapé es lo mismo que Felipe González, que del traje de pana, la tortilla de patata, el pisito modesto en la calle Pez Volador, pasó a los chalés y pisos en zona pija, los restaurantes de lujo, las amistades peligrosas y las asesorías a empresas que él y su Gobierno privatizaron. Zapatero dijo que se retiraba, que se estaba construyendo una casa en León. Pero no es así. Resulta que ha decidido quedarse a vivir en Madrid. Perfecto. Pero un dirigente de un partido de clases medias y trabajadoras no se va a vivir a la zona de los banqueros de Madrid, a Somosaguas. Por coherencia. En ese barrio se va a encontrar a pocos socialistas obreros españoles con los que echar una partida de guiñote o de mus o comentar el futuro de la socialdemocracia española, europea y mundial. No ha querido seguir el ejemplo de otro obrero español, aunque no del PSOE, Marcelino Camacho, que siempre vivió en un tercero sin ascensor de Carabanchel. Pero lo peor no es esto, no. Lo peor va a ser que dentro de unos meses se pondrá, a lo Aznar, a dar conferencias en inglés en Georgetown o Cincinnati sobre alianzas de civilizaciones y brotes verdes. O puede que se ponga a asesorar a alguna de las empresas a las que ha hecho favores durante sus años en la Moncloa. Algo de eso debe de haber. De lo contrario, no se entiende que una vez perdidas las elecciones, a toda pastilla, haya indultado a Alfredo Sáenz, consejero delegado del Santander. Dentro de unos meses, don José Luis se pondrá la camiseta colorada de Botín y se irá a recorrer el mundo para dar conferencias y abrir oficinas del Santander. Y para ello no puede tener su residencia en un barrio pobretón o de medio pelo. Necesita algo al nivel de su status. Estoy seguro de que don José Luis, además de creer firmemente en la alianza de civilizaciones, tanto terrestres como interplanetarias e intergalácticas, es un firme defensor de la alianza de clases sociales. Él, un obrero socialista español, se irá a vivir a Somosaguas y nos demostrará que es posible la integración. Y yo que creí que era diferente. Y una mierda. Como un flan.
Evaristo Torres Olivas
Poblado de chabolas en las afueras de Madrid
2 comentarios:
Pues como la mayoría de los politiquillos de medio pelo que tenemos. Una cosa es predicar y otra dar trigo.
Ha sido un presidente nefasto.
DONDE NO HAY MATA NO HAY PATATA.
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