Rubalcaba es el crack del PSOE. Y es el único que puede no sé si ganar las elecciones pero sí evitar un descalabro similar al obtenido en las municipales y en las autonómicas. El señor Pérez es astuto, listo, rápido de reflejos. Y sabe vender burras. O al menos los militantes de su partido están dispuestos a comprárselas. Veremos si es capaz de convencer a los que no son forofos, a los ciudadanos indecisos, a los que no votan a ciegas como los militantes. El discurso del “compañero” Alfredo es de un izquierdismo que te rilas, colega. Impuestos a la banca, reforma de la ley electoral, desaparición de paraísos fiscales. Antes que compañero, habría que llamarlo camarada Alfredo. A ver si cuela. Alfredo Pérez es la última esperanza que tienen los que mangonean en el PSOE para mantenerse. Si fracasa Rubalcaba, en el PSOE habrá zafarrancho y cambio de fontaneros para desatascar las tuberías que impiden el flujo de la democracia en el partido. La era Zapatero ha sido un fracaso total y absoluto. Ni Zapatero ha sido el líder que los suyos vaticinaban ni tampoco han salido dirigentes jóvenes capaces de tomar el relevo. Las jóvenes promesas, tan ambiciosas como escasamente preparadas, han resultado ser un bluf. Y al final, para salvar los trastos, se ha tenido que recurrir a las viejas glorias, a don Alfredo, que debería haber colgado las botas hace tiempo. Mal asunto para un partido que no es capaz de formar y promocionar a jóvenes con talento para tomar las riendas. Y crudo lo tiene Rubalcaba, por muy listo que sea, para resucitar al muerto. Tienen poca credibilidad las palabras de un candidato que es vicepresidente del Gobierno y que promete hacer lo que no han sido capaces de hacer en los últimos cuatro años. Suenan a demagogia barata, a promesas electorales que nunca se cumplen y a desprestigiado discurso para disputarse el poder por el poder. Como campaña de marketing, el producto Zapatero ha sido un éxito. Un desastre para el país. Es lo que pasa cuando se utilizan los mismas técnicas para vender detergentes y potingues para adelgazar que para endiñarnos un presidente del Gobierno. Y la alternativa, la derechona. Los del partido de la Cospedal, la señora con mantilla del corpus de Toledo.¡Estamos apañados!
martes, 20 de septiembre de 2011
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6 comentarios:
Quiero en un marco condicionado por múltiples factores, como no puede ser de otra manera, subrayar que sus vitriólicos escritos son pilares fundamentales para alcanzar los objetivos irrenunciables de la libertad de expresión, me congratula que utilice medidas que van acompañadas de los instrumentos necesarios que permiten desarrollar esta actividad con diáfana transparencia, lo cual valoro positivamente por ser las actuaciones que van a suponer un gran impulso a esta libertad, lo que pone de relieve la singular importancia de su vuelta. A ello añadiré, con un especial énfasis, el compromiso de mantener el esfuerzo en dar un respaldo incondicional a lo que aquí escriba.
¡Que es broma! No soy un político. ME ALEGRA QUE VUELVAS.
¡Ya era hora, perillán! Y ahora que te ha dado por comer borrajica antes del jamón y por andar en bicicleta, ya se puede echar a temblar la de la mantilla, el Gran Censor y tu gran amigo, sí, ese que muele gordo y más ahora que le han puesto el sillón más honorable en las Cortes. Lo dicho, Evaristo, enhorabuena y vete preparando, que eso de la bicicleta es como el f... se empieza dando una vueltecica y luego no hay quien se baje. Un abraccio, cognato.
Un poco tarde se le ha echo al compañero Alfredo para vendernos ese caballo con alas izquierdistas... es una burra vieja y además me parece que no es suya...un tratante de ganado de los de antes...
El PP revitaliza la industria nacional; fabricantes de mantillas, escapularios, velámenes y rosarios están de enhorabuena.
Cuidate mucho hermoso, lo de la bici está mu bien pero ya sabes:
E S P A C I C O
LA BLASA.
Cuidate tesoro.
Lo importante, creo yo, para empezar a caminar hacia algo que tenga oportunidad de ser decente, es dejar de esperar nada del Psoe para siempre jamás.
No valen caras nuevas, ni mentiras nuevas (o viejas), ni reconocimiento de errores.
La función del Psoe es ser uno de los dos pilares donde, en esta tierra, se apuntala el privilegio de los ricos. De los que soportan el peso de proteger los intereses de los poderosos a costa de lo que sea.
Todo lo demás es cosmética, pose y fingimiento.
El Psoe no es reciclable, hace décadas que es derecha. Su izquierda se queda en el rojo comercial de su propaganda. Una marca.
Cuando una va a por tomates le da igual que se los venda el frutero o su hijo: pues son los mismos tomates. PP y Psoe son sólo lacras sociales (por no ponerme a hablar de muchos otros), enemigos de la mayoría de la población.
Sinceramente, sólo nos falta interiorizarlo, aprenderlo. De verdad.
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