“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

miércoles, 29 de junio de 2011

Cuajo

Hay personas con las que no estás muy de acuerdo pero respetas su opinión. Lo que nos rodea es demasiado complicado como para creer estar en posesión de la verdad en todo.  Es más, lo que ignoramos es mucho más que lo que conocemos. De ahí el respeto debido a las opiniones de los demás. Pero tampoco hay que caer en el otro extremo, en dar a todas las opiniones el mismo peso ni la misma consideración. Y menos cuando lo que cuentan es malintencionado, carente de rigor o totalmente falso. Por ejemplo la bazofia sobre Franco de la Academia de la Historia. O las declaraciones de hace unos días de dos personajes que cada vez que abren la boca es para echar sapos y culebras. El primero es José María Aznar, quien en una entrevista a la revista Telva declara: "Yo afortunadamente nunca he sido de izquierdas, porque me parece una pérdida de tiempo”. También cuenta que "mi otra pasión íntima es la poesía. Tengo una amplia biblioteca, que ya no frecuento con tanta intensidad como antes... Ahora sólo leo en inglés". ¡Joder! El otro personaje es Rouco Varela;  manifiesta que "el olvido de la tradición cristiana [...] impacta sobre todo en los jóvenes, como estamos viendo estos días con el fenómeno del 15-M de la Puerta del Sol". Y prosigue diciendo que "jóvenes que no conocen a Dios, no conocen a Cristo, por lo que se encuentran con sus vidas rotas, y si las soluciones temporales y materialistas no funcionan, como no están funcionando, el fracaso está servido, y la rebelión también, y el desconcierto todavía más". Ya ven, la culpa de todo la tienen los jóvenes. Protestan porque no hablan con Dios. En lugar de criticar al sistema y pedir que se acabe con la corrupción de los políticos, deberían ir a la puerta de las iglesias a pedir curro. Que el confesionario sea la nueva oficina de empleo. Padre, me acuso de no tener trabajo, soy un pecador. Hijo mío, reza dos padrenuestros y pídele al Señor un puesto de ingeniero jefe o de controlador aéreo. Y si no te lo concede es porque no lo has pedido con humildad y limpieza de corazón o seguramente porque eres un ateo de mierda y el Señor, que es justo, da a cada uno lo que se merece.


Evaristo Torres Olivas

1 comentario:

Afj dijo...

"me paece a mi que teneis un cuajo..." y que razón tiene!