Evaristo Torres Olivas
domingo, 29 de mayo de 2011
Los vendeburras
Doña Yolanda Casaus vuelve al ataque. Apenas se ha dado unos días de tregua tras su estrepitosa derrota en las urnas de Andorra. Y mira que fue marrullera en su campaña. Prometió fábricas de biomasa, llevó a consejeros, a ministros, y aun así, perdió. O tal vez perdió por eso. En los pueblos no suelen gustar las fantasmadas. La trayectoria de esta señora demuestra que es la perfecta sumisa a las órdenes del aparato. Como los católicos devotos o los miembros de una secta satánica. No tienen criterio propio. Obedecen los dictados del jefe sin rechistar y reproducen la voz de su amo con la misma fidelidad que una grabadora digital. Pero no crean que lo hacen desinteresadamente. De eso, nada. Lo hacen por interés. Si el jefe del partido o de la secta cae en desgracia, son los primeros en jurar obediencia al sustituto y renegar del anterior. Su objetivo es ser eternos segundones, los que nunca hacen ni proponen nada que sea de su propia cosecha. No tienen otra idea ni otra propuesta que no sea la de los de arriba. Eso les permite vivir cómodamente del cuento. Doña Yolanda, en su blog, aplaude a la ministra Chacón por decir que no se presenta como candidata cuando nunca dijo que se presentaba. Pero es igual, si la decisión hubiera sido que presentaban a Luis Roldán, ahora que ha salido del trullo, también le parecería bien a la señora Casaus. También nos dice que lo que se necesita es “un proyecto que sea capaz de movilizar al máximo para combatir el paro, en especial el de los jóvenes. Que fortalezca, dignifique y de prestigio a la política frente a los poderes económicos”. Es decir, todo lo que no han sido capaces de hacer. Cuando un equipo pierde todos los partidos, como es el caso del PSOE, además de cambiar de entrenador, hay que renovar la plantilla; pero de eso no dice nada la alcaldesa frustrada de Andorra. Quiere ganar con los mismos chafa pelotas y rompe botas de siempre. Y lo que no puede ser, no puede ser. Además, es imposible. Así que no nos venda más burras como la de que “tengo más ilusión, más ganas y más energía para trabajar en un proyecto de ideas de izquierdas que reinvente nuestro partido”. Para eso no solamente habría que cambiar de entrenadores, jugadores y presidente, sino que sería necesario tirar el estadio y construir uno nuevo.
Evaristo Torres Olivas
Evaristo Torres Olivas
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A estacazo limpio
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1 comentario:
Buen artículo.¡ Sí señor!
Sigue así, informandonos y desenmascarando, a diestro y siniestro, a toda esa masa (son ya un monton) de apoltronados aprovechados en sus respectivas poltronas y destinos. Ya no quedan adjetivos para definirlos/descalificarlos. Lo peor es que nos toman por tontos.
Pero como decía aquel: se puede engañar mucho tiempo a muchos pero no todo el tiempo a todos.
ARB
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