La ciudad y los cerros

Escuché el lunes el debate en la televisión de los candidatos a la alcaldía de Teruel. No voy a criticar  el aspecto formal del debate; es cierto que a nuestros políticos les faltan tablas en los platós de televisión. Comparados con la brillantez de la presentadora del debate, la periodista Miriam Sánchez, o con otros políticos más curtidos en estas lides, se les nota la bisoñez. Pero la culpa no es suya. Teruel, en este asunto de sacar a sus gentes en la tele, como en otras muchas cosas, tampoco existe. Sí reconozco que me ha hecho gracia el candidato del PAR, Ricardo Eced, que ha repetido unas cuantas veces la expresión “punta de lanza”. A los del PAR les va el hierro: al señor Eced, la punta de lanza, y a su segundo en la lista del Ayuntamiento, José Ángel, “Muele gordo” Biel, el clavico del abanico.  En general han estado bien. Excepto la ínclita representante del PSOE, Mayte Pérez. Mientras los demás han explicado con sencillez sus propuestas, doña Mayte ha querido, como siempre, hacerse la finolis. Y claro, la ha cagado, como también es costumbre en ella. Me ha recordado a esa señora que quiere destacar las cualidades de su marido y les dice a las amigas que su chico es un desecho de virtudes. Doña Mayte habla y habla para decir obviedades como que “quiero una ciudad alegre, moderna, de progreso y referente en calidad de vida” o “gestionar mejor, gestionar con eficiencia, optimizar los recursos”. Pero eso no es lo peor. Lo peor es cuando se pone flamenca para solar perlas como las que siguen: “buscar esa búsqueda de excelencia y calidad”; o “a mí me gustaría formatizar [sic] alguna cosa que se ha dicho aquí”; y también “mandatar el mandato de la Constitución”. Y la que se lleva el premio: “la topografía que tiene la ciudad y sus cerros”. Con lo de la ciudad y sus cerros no sé si doña Mayte quiere emular a Vargas Llosa o que ha leído una versión pirata del libro del premio Nobel. Cualquier cosas es posible en una persona que afirma que “somos referente internacional  en astronomía, en aeronáutica con el aeródromo, en amor con los  amantes y en alimentos de calidad que es el jamón”. Hay que ver las tontadas que se dicen cuando se está  en el “candelabro”.

Evaristo Torres Olivas

  Irse por los cerros de los perros de Úbeda