Juego sucio

Ya ha comenzado la carrera electoral. Y también las marrullerías, las zancadillas, el dedo en el ojo, el codazo en el estómago y la patada en los huevos. Quienes deberían dar ejemplo de civismo y de respeto a las reglas de juego, los políticos, son los primeros en saltarse las normas, en buscar maneras de esquivar las leyes. Cuando se prohibieron las inauguraciones, el PP y el PSOE se han puesto a visitar, a asistir o a presenciar. El objetivo es el mismo que el que pretendían con las inauguraciones: mostrar el careto del candidato, el cartel del partido o las dos cosas. También se las apañan para convocar un mitin cuatro horas antes de que empiece la campaña, aunque lo camuflan bajo el nombre de acto público. O se ponen a pegar carteles antes de hora. O a resucitar muertos como el aeródromo de Caudé. En connivencia con los medios afines. Hace unos días, Vicente Guillén escribía una pestilente tribuna en la que nos hablaba de lo mucho que le “ponía” Airbus. Nada contaba de la otra empresa, Grupo de Asesoría Eléctrica, que optaba a la gestión del aeródromo. Claro, para la propaganda mola más decir que va a venir la Coca Cola que Gaseosas El Pitorro.  Y esto lo decía antes de que el Consorcio del aeródromo de Caudé decidiera quién seriá el adjudicatario. Cuatro días después, el periódico amigo del PSOE, el Diario de Teruel, publicaba a doble página un extenso artículo sobre Caudé,  ilustrado con fotos de la filial de Airbus. De la otra, ni mu. Al día siguiente, oh sorpresa, nos desayunamos con la noticia de que Airbus ha sido la agraciada por el Consorcio. Y desde entonces, todos los candidatos del PSOE en Aragón, nos calientan la cabeza con el resucitado muerto de Caudé. La actuación de Guillén me recuerda al chiste del cronista deportivo que anunciaba con mucha imparcialidad que se iba a celebrar un partido de fútbol amistoso entre el magnífico equipo local y los hijos de puta del pueblo vecino. No hay debate, no hay confrontación de ideas. Solamente propaganda, eslóganes, escupitajos. Encontrar un gramo  de honestidad o de ética en el comportamiento de esa chusma es tan probable como esperar que en la próxima legislatura salgan vuelos desde Caudé a Nueva York, o creer que pronto tendremos una AVE que nos lleve desde Miravete de la Sierra a París en menos de cuatro horas.  

Evaristo Torres Olivas

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