Olor a podrido

La política es a veces un barrizal o un cagadero. En estos días de agitación electoral, con las listas recién salidas del horno de los partidos, se escuchan comentarios de todo tipo. Algunos son graciosos, otros lo son menos. Entre los graciosos, el de una candidata que se dice de izquierdas de toda la vida pero se presenta de número uno por un partido de derechas y su justificación es que los del PP han sido los únicos que se lo han ofrecido. Si se lo hubieran ofrecido otros, también lo habría aceptado. En un pueblo pequeño, este tipo de cosas suceden. Y también en los grandes. Yo recuerdo de mis tiempos de estudiante a Ángel Cristóbal Montes, un azote de la derecha y que años después acabaría en el PP. Se podrán criticar estas veleidades pero no dejan de ser algo similar a lo que hacen los futbolistas o los Alonso de turno, que pasan de un equipo al eterno rival, o de una escudería a otra, sin despeinarse. Los políticos no dejan de ser mercenarios. O chicos y chicas del alterne. Lo que no resulta tan gracioso es lo que se ha producido en Aguaviva: que cinco candidatos de Alcañiz encabecen la lista del PP porque los militantes del pueblo no se atreven a figurar en las listas. Se dice que el actual alcalde, del PAR, lleva veinte años en el cargo y de esos 20 años, doce lo fueron defendiendo los colores del PP. Yolanda Vallés, que encabeza la lista del PP en Aguaviva, es concejala en Alcañiz y diputada autonómica; justifica la presencia del los candidatos foranos diciendo que no es miedo sino desencanto lo que tienen los vecinos que no se atreven a presentarse. Añade que “hemos tenido conocimiento de que se producen situaciones complicadas, con adjudicaciones fuera de lo normal y cosas de ese tipo”. Lo primero que choca es que si doña Yolanda ha tenido “narices” para presentarse en un pueblo que no es el suyo, no las tenga para aclarar en qué consisten esas adjudicaciones fuera de lo normal y en denunciarlas. También choca que otros partidos sí hayan tenido agallas para presentar a candidatos autóctonos. Algo oculta doña Yolanda. Aunque eso tampoco justifica la chulería del eterno alcalde del pueblo, el señor Bricio, para mentarle a la madre a doña Yolanda, en una carta al director que publica el Diario de Teruel del día 27 de abril. Algo huele a podrido en Aguaviva.
 

Evaristo Torres Olivas