Evaristo Torres Olivas
viernes, 8 de abril de 2011
La letra por el culo entra
El pasado viernes, 25 de marzo, doña Pilar Sánchez Cortés, Concejala delegada de Servicios Sociales, Familia y Políticas de Igualdad del Ayuntamiento de Teruel (¡ojú!), publica una tribuna en el Diario de Teruel. Respeto se escribe con mayúsculas, la titula. En ella se dedica, de muy malas maneras, a quejarse por la falta de mano dura del Gobierno, de la fiscalía y del rector de la Complutense ante los estudiantes que irrumpieron en la capilla de la universidad. Los pone a caldo. Y pide para los estudiantes la aplicación de la Carta Magna, del Código penal y de todo lo que haya que hacer para enjaularlos. Afirma: “Si los universitarios, inmediato futuro de nuestra sociedad son de esta calaña, vamos apañados”. Perfecto. Está bien que se cumpla la ley. Yo puedo opinar que en una universidad no ha lugar la existencia de una capilla católica ni de cualquier símbolo de cualquier otra religión, pero eso no justifica que se haga el melón como hicieron esos estudiantes. Hay otras maneras de protestar. Doña Pilar, como servidora pública, demuestra muy poco tacto al “invitar a todos estos jóvenes, tan valientes, tan reivindicativos, a hacer lo mismo que hicieron, pero esta vez no en una Capilla católica, sino en una Mezquita”. Especialmente si se trata de lo que la señora concejala llama “valientes críos, chapuceros, ignorantes y mal educados”. Los que no eran tan críos eran los jesuitas, cuya orden ha aceptado finalmente pagar más de 166 millones de dólares a las más de 500 víctimas que sufrieron abusos sexuales cuando eran niños en las escuelas católicas de cinco estados de EEUU. Cuarenta años después de los hechos reconocen que “cometieron terribles atrocidades con ellos". Tal vez el método pedagógico de esos curas consistía en la aplicación del lema la letra por el culo entra. El daño causado por esos pederastas católicos en mucho mayor que las tontadas de los universitarios de la Complutense. Por eso me gustaría que doña María Pilar escribiera una tribuna en el Diario de Teruel condenando los actos de esos curas y lamentarse de que la Iglesia haya tardado cuarenta años en reconocer los hechos. Si ha sido dura con unos “críos chapuceros”, deberá serlo mucho más con unos servidores de Dios que les jodieron la vida, desde la niñez, a cientos de personas. Utilizando la misma expresión de la señora Sánchez, podemos decir que si los curas son “de esa calaña, vamos apañados”.
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A estacazo limpio
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2 comentarios:
Es que una cosa no impide la otra. Las dos son reprobables, pero de esos niñatos salen estos políticos porque seguro que son muy demócratas, solidarios, ecologistas, etc...hasta que les afecta a ellos, y, entonces, todos esos valores se van a la alcantarilla.
A los ricos, no les pidas.
A los pobres, no les des.
No sigas consejos de curas, que te "joderan" los tres.
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