“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

viernes, 18 de febrero de 2011

Las moscas, la mierda y la democracia

Nuestra democracia es una mierda. Ya veo a más de uno fruncir el ceño y pensar que este plumilla es un facha. No se apresuren en su diagnóstico. No he dicho que la democracia sea una mierda sino que lo es la nuestra. Lo mismo que si digo que el tetrabrik de Don Simón o del Tío de la Bota contiene una mierda de vino no significa que no me guste el vino. Todos sabemos que el vocablo o la etiqueta con la que identificamos un objeto o un producto son insuficientes para describir lo que nos vamos a encontrar cuando tengamos ese objeto o producto en las manos o en el paladar. Tanto El Quijote como lo que escribe Ana Rosa Quintana se llama libro. Por eso nos vemos obligados a precisar que los libros de Ana Rosa son una mierda. Ahora se acercan las elecciones y veremos claramente cómo funciona nuestra democracia de mierda. La ley electoral dice que el tiempo que dedicarán las televisiones a cada partido será proporcional a su representación parlamentaria. ¿Por qué lo dice la ley? Pues porque fue votada con una amplio consenso parlamentario. Es como si siete moscas y una mariposa se ponen a debatir si es mejor comer mierda o libar néctar. Ganará la mierda por amplio consenso. Pero si esto no fuera suficiente, veremos otras formas de hacernos tragar porquería: las moscas nos invitarán a mítines enlatados, señales oficiales y conferencias de prensa en las que no se admiten preguntas. Es decir, que en una democracia donde se sustituye la información por propaganda, y  los que ganaron la vez anterior tienen ventaja, no es democracia ni es nada. Sería comparable a que en las olimpiadas se concediera una ventaja de 25 metros en la prueba de los cien metros lisos al corredor que ganó la carrera en la anterior edición, o que en la liga de fútbol, al Barcelona, por ser el campeón de la temporada pasada, ésta hubiera comenzado el primer partido con 30 puntos de ventaja sobre los demás equipos. Lo que es inadmisible en las olimpiadas del deporte o en un partido de fútbol, no lo es en las olimpiadas de nuestra democracia: algunos comienzan los partidos con cuatro goles de ventaja  y en la carrera electoral, el ganador de los anteriores comicios parte veinticinco metros más adelantado que los demás. Una mierda. Como nuestra democracia.

Evaristo Torres Olivas

4 comentarios:

Abogado dijo...

Y votando seguimos manteniendo el funcionamiento de este sistema que es una mierda, pero no sólo porque hay unos que parten con ventaja, sino porque la base de la democracia es la división de poderes y aquí no existe, ni tampoco el control del poder.

Pablo dijo...

Bien dicho Evaristo.
Una vez más dando en el clavo.
Lo mismo sucede con los votos que se pierden por el sistema de reparto de escaños según la ley electoral. ¿Un español un voto? Y un cuerno. Ni valen ni pesan lo mismo los votos de todos los españoles.
Después de las elecciones todos los políticos dicen que hay que reformar la ley electoral, pero pasadas las elecciones se olvidan del tema por otros cuatro años.

Anónimo dijo...

Es que el tener dos partidos "diferenciados" de políticas calcadas para la gestión de la población ibérica les es mucho más cómodo a los dueños del dinero que un batiburrillo de formaciones diversas, y da estabilidad a los mercados y todas estas cosas en cuyo nombre nos crucifican... .
Así se minimiza el peligro de incertidumbre económica temporal.
Por supuesto, ante una población que no exige casi nada y se conforma con cambiar el nombre de quien les jode cada 4 años, ¿para qué montar un teatro de más calidad?
Esto me recuerda, grandes desacuerdos aparte, la batalla general de Teruel existe: tras ningunear y chulear a la gente de Teruel en los presupuestos generales -tanto Psoe como PP- la "solución en las urnas" ¿? es... ¡qué durante todos estos años casi todo el mundo que votó lo hizo por el Psoe o el PP!
Si el martes te quejas de que te pegan y el miércoles ruegas que te arreen más, has de asumir que eres un pobre diablo resignado.

Salud

Alex dijo...

No podría haberlo dicho mejor, Evaristo.

Lo que necesitamos sin duda es un cambio de la ley electoral... YA MISMO.

Les propongo la lectura de una idea que, me parece, podría solucionar este problema... y muchos más.

Un movimiento por y para el votante

Saludos