El zorro Zapatero

Una de las acepciones de la palabra zorro es la de bellaco y astuto. Bellaco, a su vez, significa malo, pícaro, ruin. Escuchando a Zapatero en una entrevista en Los desayunos de la uno, me ha confirmado la impresión que ya tenía de que es astuto y pícaro pero sobre todo malo y ruin. Le pregunta la periodista sobre la izquierda y Zapatero desprecia a todo lo que nos sea PSOE, que según él es la única izquierda, con  169 diputados. La otra izquierda, se ríe, tiene dos diputados. Ay, qué risa, Basilisa. Esa es la misma lógica de los tiranos, que eliminan a los adversarios y después se jactan de no tener oposición. Zapatero y su partido se niegan a reformar una ley electoral injusta. Se mofa de IU pero se deshace en elogios hacia el PNV y Coalición Canaria que tienen ocho escaños pero que entre los dos no suman ni la mitad de los votos de IU. Tampoco se le ha visto despreciar de esa manera a CiU,  que tiene cinco veces más escaños con doscientos mil votos menos. Por lo visto,  a Zapatero le parece más razonable (palabra que repite una y otra vez durante la entrevista) pactar con la derecha nacionalista que con la izquierda de la que se descojona. Pero la ruindad de nuestro presidente no acaba ahí. Cuando le preguntan si cree que son compatibles un sueldo privado y una pensión pública para los expresidentes, don José Luis alcanza las mayores  cotas de la desfachatez. Primero dice que “siempre ha tenido un gran respeto por los expresidentes”. A continuación nos endiña que “es perfectamente comparable con cualquier asignación que tenga un presidente de cualquier otro país”.  Y remata con la siguiente melonada: “No es una pensión,  es una asignación para cubrir gastos. No son galgos, que son podencos. De acuerdo, pues en consonancia con esa matización, estaríamos dispuestos todos los españoles a que se retrase la edad de jubilación a los 85 años siempre que a partir de los 65 se nos conceda una asignación de 80.000 euros anuales para cubrir gastos. Como ven, además de zorro, nuestro presidente tiene algo de perro y ya se sabe que perro no come perro. Ya se ve como expresidente y no está dispuesto a renunciar a su asignación para gastos cuando  le nombren embajador de la Alianza de civilizaciones.

Evaristo Torres Olivas