A los actuales dirigentes del PSOE les puede la soberbia. La han cagado y ahora intentan arreglar lo que ya no tiene arreglo. Un partido democrático debe regirse por principios y no por encuestas ni preferencias personales. Y los Zapatero, Blanco, Rubalcaba y compañía han querido justificar sus preferencias con encuestas. Las encuestas les han estallado en los morros. Y han sembrado la sospecha, porque a pesar de que han perdido, nadie se cree que no hayan mangoneado todo lo posible para que ganara Trinidad Jiménez. La gran familia se ha roto. Si en una familia el padre y la madre muestran preferencia por un hijo y después resulta que el que creían más torpe les aprueba las oposiciones a notarías con el número uno, consiguen, además de descomponer la familia, tener un hijo resentido durante el resto de sus días y al otro hundido en la miseria por no haber estado a la altura de las expectativas de sus progenitores. Esa es una cagada de manual, de las primeras que recomendaría evitar la supernanny de la tele. Ahora ya puede salir Leire Pajín con chaqueta roja PSOE a decir que estamos todos con Tomás, o Blanco, Zapatero y otros a contarnos, a lo Groucho, que si no nos gusta su candidato, tienen otro y que ese otro es el mejor. Y gane o pierda Tomás Gómez en las autonómicas de Madrid, el que pierde es Zapatero: si gana Tomás, el sopapo en los morros de Zp será morrocotudo. Y si pierde, nada podrá decir: anteriores candidatos nombrados a dedo, también fracasaron: la propia Trini perdió las elecciones a la Alcaldía de Madrid, lo mismo que el actual ministro de Industria, Miguel Sebastián. Parafraseando a Henry Ford que decía que los americanos podían elegir el color de coche que quisieran, siempre que fuera negro, Zapatero ha querido decirles a los militantes socialistas que eran libres de elegir al candidato que quisieran, siempre que se llamara Trinidad Jiménez. Y el disparo le ha salido por retambufa. La gran familia del PSOE ya no es tan grande y a la hora de las comidas ya no reina el buen rollo de antes: los hijos no se hablan entre sí y el que aprobó las oposiciones a notarías, se la tiene guardada a los padres. Sólo es cuestión de tiempo. 
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
viernes, 22 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Los partidos políticos están gobernados por los de siempre y, si alguien quiere medrar en él, tiene que decir amén a todo lo que establezca la clase dirigente. En un repaso por el Congreso, el Senado y la UE vemos muchas caras que son las mismas desde hace treinta años... CON MI VOTO NO LO HARAN
Publicar un comentario