Algunas siglas acojonan. Basta con escuchar o leer CIA, KGB, FBI, para echarse a temblar. En unos casos, se trata, o se trababa, de organizaciones secretas con métodos criminales para atemorizar al mundo entero. El FBI, una organización nacida, supuestamente, para proteger a los ciudadanos del acoso de los malos, se ha convertido en muchos casos en el malo mismo. Una nueva estrella ha irrumpido con fuerza en el mundo de las siglas: las SGAE. Nacida para el bien, en los últimos años es la esencia misma del mal: Sociedad Gansteril para Acojonar a los Españoles. “Ya no canto en la ducha ni silbo por la calle porque tengo miedo de la SGAE”, confiesa un atemorizado ciudadano. “Ya no le canto nanas a mi niño, por miedo a que venga el coco de la SGAE y se lo lleve”, confiesa entre sollozos una joven madre. Las asociaciones de padres han pedido a los profesores de música que dejen de obligar a los niños a comprarse flautas. Han empezado a florecer, en todos los pueblos y ciudades, agrupaciones de melómanos que se reúnen a escondidas en lóbregos sótanos para tatarear al oído boleros y rancheras. Los loros y cotorras han desaparecido de las casas por miedo a que delaten a sus dueños, imitándolos. En los bares ya no son necesarios los carteles de prohibido cantar, porque ya nadie se atreve a hacerlo. Según todas las encuestas, está creciendo de forma alarmante el número de personas que denuncian a sus vecinos, acusándoles de cantar las canciones de Bisbal y de Shakira sin pagar un duro a la SGAE. Se acaba de conocer un plan secreto de la SGAE que pretendía reclutar a niños en las guarderías como agentes infiltrados en las casas y así poder cazar a los padres y abuelos bajándose canciones y películas del emule. En fechas recientes se han visto por mi pueblo a empleados de la SGAE grabando los sonidos del viento y el canto de los pájaros con el fin, dicen, de crear próximamente un canon que grave a todos aquellos que salgan de sus casas sin tapones en los oídos. No sería de extrañar que en los próximos días aparecieran Teddy Bautista, Víctor Manuel y Ramoncín anunciando nuevas formas de extorsión al ciudadano. ¡Qué peligro tienen los “progres” que se hacen ricos!
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
DdT 11/04/2010
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1 comentario:
Gracias por facilitar el acceso a tu libro, recién publicado. Es un detalle que te honra mucho y motivo más que sobrado para visitar esta bitácora.
A Antonio Castellote también le quiero agradecer que nos haya informado de este evento.
Un cordial saludo, paisano
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