“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

domingo, 10 de enero de 2010

Vinagre y rosas

Vinagre y rosas
Sabina ha sacado nuevo disco y en estos días está haciendo el paseíllo por los periódicos y las teles para promocionar la obra. No voy a ponerme aquí a defender a Sabina; ya salí escaldado la última vez que defendí a Labordeta en estas páginas. Paco Lázaro Polo me puso de vuelta y media o como hoja de perejil. Así que no repetiré, no caeré en la redundancia de ir al oculista de los ojos. Solamente aprovecharé algunas frases que le he escuchado a Sabina para poner las cosas en su sitio. Al autor de Ciento volando de catorce se le entiende todo cuando habla; su rollo no se parece a las “declaraciones de un futbolista después de un partido”. Cuando las elecciones, muchos alardeaban de que Sabina era uno de los suyos porque se puso un dedo con forma de acento circunflejo encima del ojo. No estaría de más que los mismos que antes se tiraban el moco con Sabina, difundieran por el mismo Cine de barrio o por el Cinexín de Internet, lo que piensa hoy don Joaquín. Si hoy “tuviera que defender la alegría de la ajada miseria y de los miserables” les contestaría lo siguiente: “En su día hice lo de la ceja por miedo a la derecha y por un cierto apoyo a una política de buenismo progresista….En todo caso, si me dijeran hoy que hiciera lo de la ceja diría que he quedado con una chica”. En la misma entrevista, también afirma que, en el lecho de muerte, las últimas palabras de su padre, comisario de policía en Úbeda, fueron: “¿De dónde sacarán tanto dinero las diputaciones?”. Cuando nos llega la hora de tomar el barco para el último viaje, aprovechamos para sincerarnos ante los nuestros. Sócrates dicen que dijo:"Crito, le debo una gallina a Asclepius”. Y cuando el cura le preguntó a Voltaire si renunciaba a Satanás, su contestación comentan que fue: “Ahora, ahora mi buen hombre, no es momento de hacer enemigos”. Pero al comisario padre de Sabina, lo que le que más le preocupaba, antes del último crucero, era la procedencia de los dineros de las diputaciones. Si la muerte del comisario Martínez se hubiera producido en estos tiempos, con tanto pirata aficionado a echar lastre a sus bolsillos para aligerar la carga de las arcas públicas, tal vez sus últimas palabras habrían sido: ¿Adónde va a parar tanto dinero de las instituciones?
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
Enviado DdT 15/11/2009 NO PUBLICADO

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