“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto
es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio
y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas
pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo,
lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal
en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa,
que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”
-Horacio Verbitsky,
periodista y escritor argentino

domingo, 10 de enero de 2010

Cuernos, pelotas y barras

De vez en cuando me da por perder el tiempo haciendo balance de algunas cosas. No es porque piense que voy a estirar la pata ni que esté sumido en una terrible depresión. Simplemente se debe a que en los pueblos los días dan mucho de sí, a que hace meses que no veo la tele sino cuando me tomo el café en el bar, a que anochece temprano y uno se recluye entre las paredes de su casa. Por todo esto me he puesto a hacer inventario. Después de más de trescientas colaboraciones en el Diario de Teruel, el balance arroja que los tres asuntos que más ampollas han levantado son los toros, el fútbol y las críticas al nacionalismo catalán. Unos amantes de lo que ellos llaman la Fiesta Nacional, han intentado cortarme las orejas, el rabo y las pelotas. Un futbolero—dejo constancia de que el fútbol, al igual que la música militar, nunca me [la] supo levantar—me ha amenazado con llevarme a los tribunales solamente porque en una columna osé, sin ser socio, pedir transparencia en las cuentas del Teruel. Tengo grabado el mensaje que me dejó en el contestador un conocido político. Cuando ando de capa caída, con los ánimos por los suelos, la autoestima hecha unos zorros y la lluvia en los cristales, me enchufo el mensaje y es como si me diera un chute de Redbull. Son mis momentos Nescafé. Empieza la arenga diciendo: “¡te voy a llevar a los tribunales, hablaremos en el juzgado! Si entendiera un poco de “nuevas tecnologías”, me cargaría esas palabras de “politono” en el móvil. El contencioso con los nacionalistas catalanes también tiene su aquel. Se me ocurrió una vez meterme con la tele del coche de Benach y recientemente con la pantomima de los traductores de catalán durante la visita de una delegación nicaragüense y me ha servido para que me llamen ignorante, intransigente y que no siento la cultura catalana como mía. Esos son los asuntos que más encabronan al personal, los que hacen que algunos lectores pierdan los estribos, suelten las riendas, y el potro que llevan dentro se desboque. Es la constatación de que se puede hablar de todo, pero sin tocar las pelotas, poner los cuernos o mentar a Guifré el Pilós, el digitopintor de les Quatre Barres.
Evaristo Torres Olivas. Villarquemado
Enviado DdT 22/11/2009 NO PUBLICADO

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sr. Evaristo:
Lo siento, perdón y fin del tema.
Un abrazo.